Esta ruta la hicimos en abril, durante la Semana Santa. Lo cierto es que la escapada de Semana Santa la preparamos en base a esta ruta.
Hacía tiempo que había oído hablar de ella y me apetecía hacerla, así que la localicé en el mapa, comprobé los destinos que había más o menos cerca y en los que no habíamos estado y allá nos fuimos.
Los cuatro días que estuvimos en Portugal los dividimos de la siguiente manera: el primer día paramos en Chaves y el Palacio de Vidago, el segundo hicimos la ruta de las Pasarelas del Paiva, el tercero lo dedicamos a conocer el Parque Nacional de Alvao y el cuarto visitamos la Casa Mateus, en Vila Real, en donde pasamos las 3 noches que estuvimos en el país luso.
Los Passadiços del Paiva se encuentran dentro del denominado Arouca Geopark, englobado en los geoparques mundiales de la UNESCO. Las entradas es mejor comprarlas por internet, porque la capacidad está limitada diariamente. Hace dos meses valía 1 euro, a día de hoy, 2 euros. No es una gran cantidad, pero si nos damos cuenta que es el doble, podemos ver que es un destino que se está poniendo de moda. Hay visitas guiadas, pero a través de agencia.
La ruta se puede hacer de ida y vuelta o únicamente de ida. Si se hace en un solo sentido, es mejor hacerla desde Areinho, si se hace de ida y vuelta, es mejor empezar en Espiunca. Los dos pertenecen a Arouca, en el distrito de Aveiro.
Nuestra intención era hacerla de ida y vuelta porque son unos 8,5 km en cada sentido, pero al ir caminando nos dimos cuenta de que era demasiado monótono y nos dió pereza, por lo que la hicimos de ida y saliendo desde Espiunca. La razón para empezarla en uno u otro punto es que comenzándola desde Espiunca te encuentras con unos escalones con mucha pendiente que no te hacen ninguna gracia cuando ya llevas más de 7 km caminados. A mí se me vino el mundo al suelo, y ahí ya confirmé que volveríamos en taxi al punto de partida.
La ruta de los Passadiços do Paiva está catalogada como de dificultad alta. Y lo es, en tramos puntuales. Lo peor es que el sol pegaba fuerte ese día, no quiero imaginarme cómo es realizarla en verano.
Tanto en Areinho como en Espiunca hay chiringuitos donde tomar algo. En Espiunca hasta tienen algunos platos para comer. Durante la ruta hay pocos sitios en donde poder parar a tomarte un bocata, aunque a medio camino, debido a que es el acceso a una de las playas fluviales, encontrarás otro chiringuito. Lo mejor, llevarse unos bocatas y comer en la playa fluvial de Areinho.
Y sí, como os decía antes, hay servicio de taxi en los dos puntos de inicio (o de finalización) de la ruta. Tienen una tarifa fija de 15 euros, así que si vais 4 personas (como era nuestro caso) os saldrá bastante asequible.
Nosotros volveremos algún día, puede que no a realizar la ruta porque aunque bonita ya os digo que se nos hizo algo aburrida, pero sí para ver el impresionante puente peatonal que están construyendo muy cerca de Areinho y que une dos puntos a bastante altura del río. Según el cartel de obra estará terminado el año próximo. Justo 5 años después de la inauguración en 2015 de esta ruta.
Coordenadas GPS de Espiunca: 40.992863, -8.213881
Coordenadas GPS de Areinho: 40.952724, -8.175865
NOTA: hay muchas más plazas de parking en Espiunca que en Areinho. Entre una y otro, en coche, tardaréis unos 20 minutos en recorrer 11 km.