Este prólogo me sirve para justificar, en la medida de lo posible, el poco tiempo del que dispondré para actualizar el blog.Sabéis el tiempo que lleva elaborar una receta, editar los textos y las fotografías y tener todo listo para compartir la receta. Librando un día a la semana, intentaré publicar cuando el tiempo y las ganas me lo permitan.Ya que ese día también tengo que descansar, hacer las labores de casa, la compra, etc.
Dicho esto, paso a proponeros una receta estupenda y sencillita con productos caseros que aunque no son imprescindibles, convierten un plato de pasta en uno de fiesta!
PASTA FRESCA CON BONITO EN ACEITE
Ingrs. para 2 personas
300 grs. de pasta fresca tipo strozzapreti200 grs. de bonito en aceite casero2 dientes de ajo1 cebolla2 cucharadas soperas de tomate fritoperejil picadomedio vaso de vino blanco1 pizca de pimentón picante (opcional) 500 ml. de caldo de pescado(congelado)sal y aceite de oliva virgen extra
Antes de que se os pongan los ojos como platos con el nombrecito de la pasta fresca, os digo que cualquier tipo de pasta puede servir para este plato. He utilizado ésta, porque en cuanto veo una variedad nueva no puedo resistir llevármela a casa.
Empezamos preparando la salsa. En una cazuela amplia, ponemos dos cucharadas de aceite de oliva a calentar. Añadimos la cebolla y los ajos finamente picados y dejamos pochar a fuego suave.
Añadimos la salsa de tomate que puede ser casero pero no es imprescindible. En este punto, un toque de pimentón picante no le viene mal.
Para darle salida a un caldito de pescado que tenía en el congelador para hacer una sopa, decidí incorporarlo al guiso. Una buena cantidad de perejil fresco le dará el toque verde.
Como me parecía poco líquido, decidí incorporar un poco de vino blanco.
Dejé que cocinase a fuego suave y tapado durante unos 15 minutos. Rectifiqué de sal y reservé.
La pasta fresca sabéis que se cuece en muy pocos minutos, así que la puse en una olla de agua hirviendo con sal y la tuve 3 minutos, tras los cuales la escurrí y la incorporé al guiso. De esta manera me aseguraba de que iba a absorber bien el sabor mientras terminaba de cocerse por completo.
Tenía unos tarros de bonito de Burela que emboté el año pasado y como este año ya tengo nueva remesa, decidí incorporar uno de ellos a mi plato de pasta. Bien escurrido y cortado en trozos grandes lo añadí a la cazuela en el último minuto. No me interesaba que se rompiese y se convirtiese en puré de bonito.
Texto y fotografías: Pilar Martínez
© www. lacocinadelechuza.com
LA COCINA DE LECHUZA