Antes de nada decir que el titulo de la receta es un poco falso, un poco falso porque como el cabracho es bastante difícil de encontrar y además muy caro, he usado Cabras que son también muy sabrosas, más fáciles de conseguir y a un precio más asequible. Dicho esto os puedo garantizar que el pastel queda exquisito y además se puede tener preparado con antelación, cunde un montón, por lo que creo que es una opción muy válida para los menús navideños.
Es bastante sencillo de hacer y con el resto del pescado (cabeza y espinas) podemos preparar una exquisita sopa para el primer plato.
Para este pastel vamos a necesitar:
Unas 3 cabras grandes (nos han de quedar 400 gramos de carne limpia) 100-150 gramos de gamba arrocera pelada 6 huevos 300 gramos de nata 300 gramos de salsa de tomate (puede ser casero o bien tipo casero de bote) 50 gramos de pimientos de piquillo Sal, pimienta 2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra.
Lo primero que tenemos que hacer es pedir en la pescadería que nos limpien bien el pescado de escamas y nos saquen los lomos, dejamos las cabezas y las espinas para la sopa.
Con unas pinzas quitamos todas las espinas que pueda tener el pescado, una vez limpio lo salteamos con un poco de aceite en la sartén, reservamos.
Pelamos las gambas si las hemos comprado sin pelar (también podemos guardar las cabezas y las pieles para la sopa) y al igual que con el pescado los salteamos un poco y reservamos.
Batimos los huevos con la nata y el tomate frito, salpimentamos. Con una picadora picamos el pescado y el pimiento de piquillo, agregamos todo a la mezcla de huevos, añadimos también las gambas, mezclamos bien.
Forramos un molde de los de plumcake con papel de horno y lo engrasamos un poco, vertemos la mezcla en el molde y cocemos en el horno a 175º C durante una hora, al pinchar tiene que salir limpio. Dejamos enfriar en el mismo molde, lo mejor es dejarlo hasta el día siguiente, desmoldamos para servir. Se puede servir acompañado tanto de mayonesa como de salsa de tomate.