Se puede puede preparar una salsa boloñesa, y estará riquísima. Mi versión es casi una boloñesa, pero sin tanto tomate, me encanta el sabor de la cebolla, la zanahoria, los champiñones...
Es una receta muy fácil de preparar, pero si vais con prisa, se puede usar puré de patatas de sobre y al menos os ahorráis un paso.
Para 4 raciones,
- 250 gr. carne picada (de cerdo, ternera o mixta)
- 1 o 2 zanahorias
- 3 o 4 champiñones frescos
- 2 dientes de ajo
- 1 cebolla
- 2 cucharadas de tomate concentrado (aporta mucho sabor y no engorda la mezcla, aunque se puede unas un poco de tomate frito)
- Una pastilla de caldo de carne
- Queso rallado
- 2 cucharadas de aceite de oliva
- Una pizca de orégano u albahaca (opcional)
- 3 o 4 patatas grandecitas
- Una cucharada de mantequilla para el puré
- Un chorrito de leche
- Sal
1. Pelamos y lavamos las patatas. Las troceamos y las hervimos hasta que estén tiernas.
Escurrimos el agua y las colocamos en un bol, añadimos la sal y la mantequilla. Machacamos con un tenedor, añadimos leche, poco a poco, hasta que sea cremoso. Reservamos.
2. Picamos la cebolla, los ajos, la zanahoria y los champiñones. Rehogamos con dos cucharadas de aceite de oliva. Cuando esté cocinado, añadimos la carne, el orégano, la pastilla de caldo y dos cucharadas de tomate concentrado.
3. Cuando la carne empiece a dejar de estar cruda, añadimos medio vaso de agua (o de vino blanco si queréis más sabor).
4. En una fuente de horno colocamos la mezcla de la carne, y cubrimos con el puré de patatas. Espolvoreamos con queso y horneamos unos 15 o 20 minutos a 250º, hasta que esté dorado.
Si queremos un toque original, podemos añadir el puré con una manga pastelera.