Para el relleno:1,3 kg de cerezas. (Usé cerezas en almíbar deshuesadas Noliko)100 gramos de almedras en láminas (usé en cubitos)
Mantequilla y harina para el molde y un sobre de brillo para tartas o gelatina para acabado de tartas con fruta. (También puede usarse un par de cucharadas de mermelada de melocotón puestas al fuego con un poco de agua y colada).
Preparación:Engrasamos la bandeja que vayamos a usar con mantequilla y espolvoreamos con harina retirando el exceso con un golpe seco. Podemos poner también papel de horno para facilitar el desmoldado, yo no lo puse y realmente se desmoldó muy fácilmente. Precalentamos el horno a 180 grados. Si las cerezas fueran frescas lavarlas y quitarles el hueso.Para preparar la masa rallamos la piel del limón, picamos la masa cruda del mazapán con ayuda de una picadora o con un tenedor. Ponemos en un bol la mantequilla y el mazapán, el azúcar, el azúcar vainillado y la pizca de sal y mezclamos con una batidora de varillas. Añadimos el aroma de almendra, la piel del limón, el yogur y la sémola de trigo duro y mezclamos todo bien. Incorporamos los huevos a la masa poco a poco sin dejar de batir. Mezclamos en un bol aparte la harina con la levadura y la añadimos tamizándola. Removemos todo con movimientos envolventes. Vertemos la masa sobre la bandeja elegida y alisamos la superficie. Repartimos las cerezas sobre la masa y esparcimos las almendras. Llevamos al horno durante unos 55 minutos. Para saber si está listo pinchamos con una brocheta de madera y si sale seca es que ya está. Sacamos del horno y dejamos enfriar. Desmoldamos y añadimos el brillo o azúcar glas. Está riquísimo, la textura que le aporta la sémola de trigo hace que la masa no quede nada apelmazada sino muy suave y la combinación de sabores mazapán/cerezas es inmejorable.
¡Hasta la próxima!