Pastel de coliflor aliñada

Por Dessertsabad José Manuel Abad Manso



Como dato curioso, destacar que en la antigüedad, al igual que ocurre con otros alimentos de la actualidad, era utilizada simplemente como fármaco natural para aliviar los dolores de cabeza o de estómago.
La coliflor blanca es la variedad más conocida. Su color blanco se debe a que los agricultores en su buen saber del campo, unen por encima de la mata las hojas verdes que la rodean. Impiden así la entrada del sol e inhiben el desarrollo de la clorofila, pigmento que les confiere su color verde y de esta manera podemos disfrutar de esta blanca belleza de verdura.

No sé vosotros, pero era una verdura odiada en mi infancia y a la que he recurrido curiosamente de adulto como fuente de sabor en varias recetas, pero de esta manera es como más la disfruto, incorporando eso sí, un sofrito de ajo y pimentón que sirven de soporte sorprendente a una verdura per se, bastante carente de sabor, aspecto éste, que incrementamos con el puré de patatas y una buena rodaja de tomate para dar frescor al plato.



1 coliflor pequeña2 patatas medianas3 dientes de ajo1 cucharada de pimentón dulce1 cucharada de margarina1 pizca de pimienta molidaAceite de oliva1 tomate1 puerroSal



Comenzamos poniendo a hervir la coliflor en una cazuela con agua y sal. Mi truco para evitar que huela fatal toda la casa, consiste en poner en el agua, 1 hoja de laurel, aunque debo deciros, que a día de hoy, no he dado con el remedio definitivo, para evitar este olor tan peculiar que desprende la coliflor, en su cocción. Dejamos unos 10-15 minutos, tiempo suficiente, si la coliflor es pequeñita.

Simultáneamente, ponemos las patatas a cocer, lavadas y con piel, en agua con sal. Podeís acortar el tiempo a tan sólo 10 minutos, si lo haceís en olla express. Una vez cocidas, esperamos que templen y les quitamos la piel.

Preparamos un puré con las patatas, machacando las patatas con un tenedor y añadiendo la margarina, la pimienta y la sal. Con ayuda de un molde metálico, formamos cilindros con el puré. Los freímos en la base, ligeramente en una sartén con aceite de oliva y retiramos a un plato.



En una sartén aparte con un poco de aceite de oliva, ponemos a dorar a fuego bajo, el puerro cortado en juliana, hasta confitarlo.

Hacemos en otra sartén aparte, el refrito para la coliflor. En un dedo de aceite de oliva, ponemos a dorar los dientes de ajo laminados y una vez hayan tomado color, incorporamos el pimentón dulce, tostándolo ligeramente.

Lavamos y cortamos el tomate en rodajas.

Ya solo nos queda emplatar. Como base de nuestro plato, disponemos una rodaja de tomate fresco, encima el puré de patatas frito y para culminar, una flor de coliflor a la que regaremos con el refrito de ajos y pimentón. Adornamos con el puerro confitado y el resto del sofrito, espolvoreando con un poco de pimentón.