Estuve cruzando los dedos todo su tiempo de horneado esperando que me saliera bien y que este pastel inteligente, que nos propuso Cris hace tiempo, saliera con sus tres preciosas capas. En cuanto pude desmoldarlo salí de dudas y en cuanto pude probarlo supe que siempre acierto haciendo las recetas que Cris, de Kanela y Limón, nos propone.
Pensaban que llevaba flan y no entendían como lo podía haber metido entre el bizcocho y esa capa más durita que hacía de base. Y es que quedan tres texturas tan diferentes en este pastel que caben infinidad de opiniones. Yo les expliqué, desde mi punto de vista, que el bizcocho quedaba así por el peso de los ingredientes y que los más livianos se quedaban en la superficie.
Animaros este fin de semana y sorprended con esta maravilla de pastel.
- 8 yemas.
- 8 claras a punto de nieve.
- 1 l de leche tibia.
- 250 grms de mantequilla derretida y fría.
- 280 grms de azúcar.
- 225 grms de harina.
- La ralladura de un limón o extracto de limón.
- 2 cucharadas de extracto de vainilla.
Preparación:
Batiremos las yemas con el azúcar y el extracto de vainilla hasta que se vuelva la crema espumosa. Añadiremos la mantequilla, la leche y por último la harina y la ralladura (o extracto) de limón. Mezclaremos bien y agregaremos las claras, montadas a punto de nieve, con movimientos envolventes. Volcaremos la mezcla resultante en un molde cuadrado o rectangular hondo untando de mantequilla y espolvoreado de harina, mi molde tenía las siguientes medidas 25x25x6cm de alto. Llevaremos a horno precalentado a 180º, con calor arriba y abajo, durante 10 minutos y luego a 160º durante 50 minutos más. (Comprobaremos que está cocido pinchando en el centro con un palillo, si este sale limpio, el pastel está en su punto). Dejaremos enfriar por completo y cortaremos en porciones.