Para estos días en los que ya apetece tomar cosas fresquitas, tal vez al aire libre, este postre presentado así, en formato individual, puede resultar ideal. Si además la receta es como esta, tan fácil, pues es de las que hay que guardar en el apartado de "frecuentes". La receta, aunque está publicada en muchísimos sitios, la he visto en Cuinant, precioso blog que nos encanta. Ingredientes: 1 litro de leche 8 huevos 280 gramos de azúcar 200 gramos de mantequilla 225 gramos de harina cáscara y ralladura de limón canela en rama y en polvo Caramelo líquido para adornar Preparación:Precalentamos el horno a 180º. Ponemos la leche en un cazo al fuego con uno o dos palos de canela y la cáscara de limón, antes de que hierva, apagamos y dejamos infusionar hasta que esté tibia.Separamos las yemas de las claras y batimos las yemas con el azúcar hasta que blanqueen. Añadimos la mantequilla derretida (unos segundos en el microondas) pero fría. A continuación añadimos la leche, la ralladura de medio limón y la canela en polvo, ésta última al gusto, una cucharadita puede estar bien. Batimos bien hasta que esté todo integrado, a continuación incorporamos la harina tamizada y removemos cuidadosamente hasta integrarla.Cubrimos con mantequilla y un poco de harina espolvoreada el molde que vayamos a usar. Va muy bien una bandeja honda de cristal (tipo pirex). Ponemos en el horno durante unos 10 minutos a 180 grados, después bajamos la temperatura hasta 160 grados y dejamos en el horno durante 45 o 50 minutos más. Para saber si ya está listo pincharemos en el centro con una brocheta de madera hasta que salga limpia.Dejamos enfriar completamente en el molde, añadimos el caramelo líquido, cortamos en cuadraditos en el mismo recipiente o pasamos a una bandeja de presentación en porciones separadas como en este caso.Para la presentación he usado unas cápsulas de magdalenas con rallas veraniegas y unas pequeñas figuritas de mazapán en forma de pajarillos y hojas verdes. ¡Hasta la próxima!