Me encantó hacer esta receta porque el resultado fue excelente! En mi casa ha sido todo un éxito así que animo a todos a que prueben este delicioso dulce!
Por aquí por Murcia es un dulce muy típico, se vende durante todo el año, no solamente en la época de fiestas. Los venden en todas las pastelerías y panaderías, pero la verdad es que no los he comprado nunca nunca... bué en realidad no compro dulces ni postres en ningún lado, jijiji!
Había probado hace tiempo una receta que aparecía en internet para hacer estos pastelillos pero la verdad es que no me gustó como quedó la masa y no volví a intentarlo. Pero el otro día me regalaron Cabello de Angel casero y me dije, bueno, a intentarlo de nuevo...
Así que, probada esta receta que es de pastelería, se las dejo aquí para que se animen a hacerlos y les puedo asegurar que salen buenísimos!
PASTELILLOS DE CABELLO DE ÁNGEL
Ingredientes400 grs. de azúcar300 grs. de manteca de cerdo1/4 litro de vino moscatel (o cualquier otro vino dulce)1200 grs. de harina4 huevos10 gr de bicarbonato1 cdita de canela en polvoralladura de 1/2 limónPara rellenar: Cabello de ángel (también dulce de calabaza o dulce de zapallo en Argentina)
ProcedimientoAntes de empezar con el procedimiento les cuento que esta masa queda blanda y un poco pegajosa, así que no os asustéis, por este motivo se hace un día antes y se guarda en el frigorífico, para que a la hora de manipularla esté bien fría y la podamos trabajar. Hay otras opciones de masa pero esta es la que a mí más me ha gustado por eso les doy la receta.
En un recipiente grande mezclamos la harina, el bicarbonato, la canela. En otro recipiente batimos los huevos, azúcar y la ralladura de limón hasta que la mezcla quede homogénea. Agregamos el vino y mezclamos hasta que se integre bien.
Ahora toca mezclar con las manos! Si tenéis una batidora con pala mezcladora y tiene buena potencia, podéis usarla y así no os pringáis las manos, jejeje! Agregamos la mezcla de los líquidos y la manteca de cerdo en el recipiente donde teníamos los ingredientes secos (harina, canela y bicarbonato) y mezclamos hasta unir muy bien todos los ingredientes. Quedará una masa muy pringosa, como les comentaba más arriba, pero una vez fría la podremos manejar bien. Guardáis la masa en el frigorífico hasta el día siguiente.
Pasado el tiempo recomendado, sacamos la masa del frigorífico, enharinamos la mesa de trabajo, colocamos la masa fría y esparcimos un poco de harina por encima de la masa. Amasamos un poco hasta formar un bollo tierrno. Volvemos a enharinar la mesa de trabajo y extendemos la masa con la ayuda de un rodillo, dejándola de 3 ó 4 mm de espesor, yo la hago de ese grosor, pero vosotros podéis variarlo, no más fino, pero si podéis hacerlo más grueso.
Cortar círculos con la ayuda de un cortante (en este caso yo elegí uno redondo y otro con forma de flor, pero podéis usar el que tengáis en casa) siempre teniendo en cuenta que la mitad de ellos tendrá que ser un poquito más grande porque taparán el pastelillo. Mitad de círculos pequeños y mitad de flor o de círculos un poquito más grandes. También podéis hacerlos tipo tarteletas como se ve en la foto del paso a paso.
Ponemos los círculos pequeños sobre una placa engrasada (yo uso un poco de manteca de cerdo), con una cucharilla ponemos un poco de cabello encima y tapamos con los que cortamos en forma de flor (o círculos más grandes) Pincelamos con huevo batido y llevamos a horno precalentado a 180ºC más o menos durante 20 a 25 minutos o hasta que veáis que están doraditos y crujientes.
Retiramos del horno, dejamos enfriar... y a comer!