Pastitas trick or treat

Por Dessertsabad José Manuel Abad Manso



Originalmente el Truco o Trato (en inglés "Trick-or-treat")  era una leyenda popular de origen céltico según la cuál no solo los espíritus de los difuntos eran libres de vagar por la Tierra la noche de Halloween, sino toda clase de entes procedentes de todos los reinos espirituales. Entre ellos había uno terriblemente malévolo que deambulaba por pueblos y aldeas, yendo de casa en casa pidiendo precisamente "truco o trato". La leyenda asegura que lo mejor era hacer trato, sin importar el costo que éste tuviera, pues de no pactar con este espíritu (que recibiría el nombre de Jack O'Lantern, con el que se conocen a las tradicionales calabazas de Halloween) él usaría sus poderes para hacer "truco", que consistiría en maldecir la casa y a sus habitantes, dándoles toda clase de infortunios y maldiciones como enfermar a la familia, matar al ganado con pestes o hasta quemar la propia vivienda. Como protección surgió la idea de crear en las calabazas formas horrendas, para así evitar encontrarse con dicho espectro. 

Realmente, aunque se ha generalizado la traducción "truco" en castellano por el inglés "trick" y "trato" literalmente por "treat", en el caso del "Trick-or-treating" no se trata de un truco propiamente dicho sino más bien de un susto o una broma por lo que una traducción más exacta sería por ejemplo "dulce o susto". 

En la actualidad, aunque en España no está arraigada la costumbre en gran medida, los niños se disfrazan para la ocasión y pasean por las calles pidiendo dulces de puerta en puerta. Después de llamar a la puerta los niños pronuncian la frase "truco o trato", "truco o dulce" o "travesura o dulce" (proveniente de la expresión inglesa trick or treat). Si los adultos les dan caramelos, dinero o cualquier otro tipo de recompensa, se interpreta que han aceptado el trato. Si por el contrario se niegan, los chicos les gastarán una pequeña broma, siendo la más común arrojar huevos o espuma de afeitar contra la puerta. 

Para evitar gamberradas os propongo elaborar estas pastitas decoradas para la ocasión y que harán las delicias de los niños que llamen a nuestra puerta.

Ingredientes (salen unas 40 unidades, todo dependerá de los moldes usados)

  • 100 gr de almendras molidas
  • 320 gr de harina
  • 70 gr de azúcar avainillada
  • 200 gr de margarina
  • 1 pizca de sal
  • 2 yemas de huevo
  • ralladura de naranja o naranja confitada muy picadita
  • 1 pizca de nuez moscada
  • 1 pizca e jengibre
  • 1 pizca de anis 
  • 1 cucharada de azúcar moreno 
Elaboración:

Tamizar la harina.

Mezclar en un bol grande la almendra molida, el azúcar, la sal, la mezcla de especias, las yemas de huevo y la margarina fría en trocitos.Remover para que se integren bien todos los ingredientes.

Vamos incorporando ahora la harina tamizada poco a poco, mezclando bien con la pasta de almendras y especias, hasta conseguir una masa húmeda que no se nos pegue a las manos.Envolver en film plástico o papel de aluminio y dejar reposar en frío un mínimo de 2 horas.

Precalentar el horno a 200ºC.

Sacar la masa del frigorífico, tomar una porción de la misma y volver a guardar el resto en frío.Estirar la masa entre 2 láminas de film plástico (por arriba y por abajo) para poder trabajarla mejor, hasta dejarla con un grosor de 4-5 mm.

Cortar con los cortapastas.Llevar las figuras a la bandeja del horno cubierta con silpat y hornear a 180ºC durante 10 minutos.Retirar pasado este tiempo y dejar enfríar completamente.Repetir el proceso con el resto de la masa.

Decorar con glaseado (yo lo he hecho con azúcar glass, un poco de agua, colorantes y zumo de limón hasta quedar bastante espeso) y lápìces pasteleros.