Lleva años viviendo atada en la puerta de una nave al lado de una carretera secundaria. Allí ,solo ella sabrá cuantas camadas habrá parido, amamantando y protegiendo a sus hijos desde su terrible cadena.
Esto es España, esto es Valencia, una ciudad que se anuncia moderna y cosmopolita, que llama a los turistas extranjeros con preciosas fotos de playas, sol y edificios modernistas.
Esto también es Valencia, esta es la Valencia que algunos vemos y vivimos.
Otros, parecen vivir ajenos a ello.
No sabemos su nombre, solo una parte de su historia, con una malformación en su patita el criador nunca pudo venderla, así paso a vivir encadenada, vigilante silenciosa de la nada. Ahora tiene 9 años, cuida de la pared cercana y como puede de su ultima camada, alguno de ellos ya han desaparecido, bajo las ruedas de un coche o en manos de cualquier desalmado que quiera servirse.
La encontramos por casualidad, esa casualidad que nos sitúa a veces en determinados sitios en cualquier recorrido de nuestra vida cotidiana, esa casualidad que nos hace ver lo que el resto de la humanidad parece que nunca ve.
Ya no la quieren, ni siquiera es buena guardiana, dicen.
Queremos ayudarla, queremos darle un vejez digna, que por unos años conozca un poco de calor y cariño, es buena y cariñosa, increíblemente sociable para la vida que ha llevado.
Y sus hijos, mas cachorros que nunca debieron nacer, pero que aquí están, a ellos queremos ofrecerles un futuro, si puede ser, mejor que el de su madre, pero para eso debemos tenderles nuestra mano ya.
Tenemos poco tiempo, por favor, ayúdanos, ayúdales.
Buscamos padrinos de residencia, casas de acogida en Valencia o buenos adoptantes, difícil misión.
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