Nunca, hasta ahora, había tenido la necesidad de explicar públicamente que no me gustan las despedidas. Posiblemente porque tampoco sepa muy bien por qué razón de pronto una deja de seguir la rutina o de esforzarse en publicar todo, o casi todo, lo que cocina y mostrarlo a los cuatro vientos.
Y sin embargo soy muy consciente de que le debo mucho a esta ventana. Me he divertido y he aprendido tanto a través de ella que solo puedo tener palabras de agradecimiento a todas/os y cada una de las personas que comentan, a las que me siguen, y como no, a las que he conocido virtual o personalmente en toda mi trayectoria como bloguera Por lo tanto aunque siga manteniendo el estado de hibernación indefinida en ningún momento he abandonado la idea de seguir.
Esta semana he estado entretenida en eliminar un script molesto que se había instalado en mi bloc y se dedicaba a redireccionar todas mis visitas a otra web. He tenido que desinstalar el contador de visitas y, por suerte, nada más. Ya me veía eliminando todos los enlaces y páginas anexas... Aprovechando el momento he pensado en cambiar la portada con la receta de un plato sencillo que casi me recuerda a los orígenes de mi bloc.
Ingredientes
PatatasColiflorChorizo Queso ralladoAjosAceite de olivaSal
Cortar las patatas y la coliflor a trozos pequeños y cocinar al vapor. (Si las queréis hervir añadir sal al agua y escurrir). A continuación distribuir en una bandeja para horno,
Mientras, calentar aceite en una sartén y dorar el chorizo cortado a tacos pequeños. Añadir los ajos a láminas y cuando se doren ligeramente escurrir del aceite y mezclar con la patata y coliflor. Añadir sal si falta.
Cubrir con el queso y gratinar al horno.
Para gratinar es preferible que el horno no esté muy caliente o el queso se quemará antes de deshacerse para formar costra.