Me encanta este nombre, siempre me ha gustado, el nombre y las patatas, claro, es un plato tan fácil y tan agradecido que a veces se me olvida hacerlo, es un maravilloso primer plato pero también un acompañamiento, guarnición de lujo, seguro que la mayoría se sabe la receta y sino es así os animo a hacerla.Mi madre la hacía y hace mucho y a todos nos encanta, se llama Pilar y así es como ella las hace.La cosa más fácil del mundo, patatas más o menos una por persona, pero como todo en la cocina y recordar que yo soy de las de “ a ojo de buen cubero” dependerá si es primer plato, acompañamiento….de todas formas de un día para el otro siguen estando buenísimas. Pelamos las patatas y las cortamos en rodajas, a gusto, más o menos 1 cm., las salamos y pasamos por harina y huevo, freímos, no demasiado, lo justo para que se doren y vamos pasando a una cazuela. En un mortero majamos ajos, a mí me gustan mucho y eché varios dientes, a gusto, perejil y sal y luego echo un poco de vino blanco y, hay varias opciones, un poco de azafrán o colorante y como en mi caso un poco de un sobre de paellero que le da un buen color y saborcito. Este mortero es de mi mami que me lo traje, usado, trabajado, es negrillo, me encantan los morteros, tengo 20, ya los iré mostrando.En una sartén doramos la cebollita picada, yo puse 2 pequeñas con aceite de freír las patatas, cuando esté, echamos el majado y agua o caldo de verduras, un par de vueltas y lo echamos sobre las patatas, dependerá de si las queremos con más o menos caldito la cantidad que iremos añadiendo y probando de sal para si fuera necesario rectificar. Y poco más, una receta facilísima y de lo más agradecida, como primero o como guarnición.