Estas patatas están deliciosas tanto tibias como a temperatura ambiente y lo mismo nos sirven para acompañar una carne o un pescado como para tomar con un vinito o una cervecita muy fresquita de aperitivo.
Son rápidas y muy sencillas de preparar. Vamos con ellas!
Que he utilizado:
300 gr. de patatas rojas de tamaño pequeño
1 cucharada de aceite de oliva
1/2 cucharada de vinagre de jerez
1/2 diente de ajo (1 si te gusta mucho su sabor)
1 cucharada de perejil fresco
1 cucharada de albahaca fresca
1 cucharada de alcaparras
1 trocito de guindilla (a gusto de picante)
1 cucharadita de miel
pimienta negra recién molida (a gusto)
sal
agua suficiente para cocer las patatas
Como lo he hecho:
Voy a utilizar las patatas con su piel por lo que las he lavado muy bien para limpiarlas de los restos de tierra que les pudiera quedar. He puesto en una cazuela amplia abundante agua con sal y he metido las patatas para cocerlas a fuego medio durante unos 15 minutos (las patatas que he utilizado son tipo baby por lo que se cuecen antes al ser tan pequeñas), para comprobar que están cocidas he introducido la punta de un cuchillo en una de ellas y si se suelta sin dificultad al levantarla del agua es que ya están cocidas.
Mientras se cuecen las patatas he preparado la vinagreta mezclando en un bol amplio el resto de ingrediente muy picados. He reservado.
He escurrido las patatas recién retiradas del fuego y las he cortado en trozos de bocado, en mi caso en dos trozos. Las he metido en el bol donde he preparado la vinagreta y he mezclado hasta que se han impregnado todas ellas de la salsa. Las he dejado reposar unos minutos para que tomaran todos los sabores y ha comer tibias o a temperatura ambiente.
Este es el resultado:
Riquísimas.