INGREDIENTES:
Patatas.
Aceite de oliva virgen.
Sal.
En esta receta que parece muy fácil tres cosas muy importantes:
1.- la calidad de la patata y del aceite.
2.- el corte
3.- la fritura.
Así que si no piensas usar ingredientes de calidad o tirarte un ratito haciendo el punto 2 o el 3, pasa de leer, no pierdas el tiempo y compra las chips ya hechas, pero que lástima!!
Primero pelamos las patatas, las lavamos y las secamos y empezamos con el CORTE. Lo ideal sería cortar las patatas con una mandolina, un método rápido y uniforme, pero para eso se necesita una mandolina que no todo el mundo tiene, yo tampoco, así que en ese caso un cuchillo y paciencia son el mejor método. Hay que cortar las patatas muy finas, y dejarlas separadas sobre un paño para que pierdan parte del agua que van soltando.
Una vez cortadas empezamos a calentar el aceite para preparar la FRITURA. A mi me gusta hacer una fritura en dos pasos porque quedan mucho mas crujientes. Para eso el aceite tiene que ser abundante y estar muy caliente y hay que freír las patatas en tandas no muy grandes, tirándolas al aceite de una en una y bien separadas, que tengan sitio para bailar. Las tenemos que controlar durante todo el rato porque en cuanto tomen color retirarlas sobre un papel absorbente y reservarlas. Seguimos friendo el resto de patatas por tandas, y las vamos reservando. No te preocupes si las ves muy blancuchas. Una vez hechas todas las patatas, con el aceite a la misma temperatura volvemos a freír las patatas por tandas. Ten cuidado que no se tueste demasiado, está vez va a ir muy rápido y si te pasas de fritura quedarán amargas. Una vez fritas las vamos sacando sobre un papel absorbente. Las salamos al gusto y listas.
Y si estas chips caseras las acompañas con estos mejillones en escabeche o estas croquetas de jamon ya puedes montar el bar ;)