Yo las he preparado para congelar, porque son muy entretenidas de hacer y, de esta manera, cuando las necesitemos podemos darles un golpe de horno ó freírlas y estarán listas para consumir.
Ingredientes:
1 kilo de patatas harinosas (yo, patatas del pueblo Frusangar)
2 yemas de huevo
60 grs. de mantequilla
Sal
Pimienta
Nuez moscada
Una yema de huevo para pintarlas
Instrucciones:
Cocemos las patatas bien lavadas y con su piel hasta que estén tiernas.
Las pelamos en caliente y las pasamos por el pasapurés colocándolas en un bol.
Le añadimos la mantequilla que se derretirá con el calor de la patatas, ponemos sal, pimienta y nuez moscada .
Mezclamos todo muy, muy bien.
Le añadimos las 2 yemas de huevo e integramos bien hasta hacer una masa.
Precalentamos el horno a 180 grados.
Ponemos la masa en una manga pastelera con boquilla grande rizada.
Forramos la bandeja del horno con papel sulfurizado, a mí me han dado para 2 bandejas.
Hacemos montoncitos de tamaño un pelín más grande que una nuez.
Batimos la otra yema y pintamos con pincel de silicona muy suavemente para no deformarlas.
Horneamos durante unos 30 minutos ó hasta que estén doraditas.
Dejamos enfriar sobre rejilla.
Si pensáis congelarlas, las ponéis separadas en una bandeja y cuando estén congeladas las colocáis en bolsas.
He frito una para que vean el resultado, las de la foto de portada están sólo horneadas.