Después de haber aprovechado bien en varios platos un buen bacalao que teníamos, terminamos con el resto que nos quedaba haciendo este plato de patatas guisadas con las migas en un sofrito hecho con tomate seco.
El resto del tomate que nos sobró, lo rehidratamos, escurrimos bien y lo pusimos en un bote hermético de cristal con aceite de oliva virgen, especias y ajo.
En este caso eran comprado pero, si quereis probar a hacerlos, os apunto AQUI LA RECETA. Es sencilla de hacer y se conserva bastante bien.
Ingredientes (2 personas):
- 2 Patatas medianas
- 150 gr de migas de bacalao desaladas
- 6 tomates secos
- 5 ó 6 dientes de ajo
- 1 cebolleta mediana
- Caldo de pescado (si fuese necesario)
- Sal, pimienta y perejil picado
- Medio vasito de vino blanco
- Laurel
- Cúrcuma o unas hebras de azafrán
- Aceite de oliva
- Unos pimientos verdes pequeñitos para acompañar
Elaboración:
Ponemos a hervir el bacalao unos diez minutos. Colamos, reservamos el caldo y limpiamos el pescado de espinas y piel.
Dejamos en remojo los tomates secos en agua caliente para que se hidraten.
Pelamos y partimos las patatas "chascándolas" en trozos medianos.
En una cazuela con aceite de oliva empezamos sofriendo los pimientos. Cuando estés fritos los reservamos y en ese aceite echamos los dientes de ajo cortados en láminas. Antes de que empiecen a dorar, añadimos la cebolleta muy picada. En el momento que estén transparentes agregamos el tomate troceado.
Rehogamos bien e incorporamos el bacalao. Seguimos hasta que el bacalao cambie de color y por último echamos las patatas.
Salpimentamos, ponemos el laurel, la cúrcuma o unas hebras de azafrán tostadas y majadas en el mortero y el vino.
Finalmente, la patatas. Removemos, espolvoreamos con el perejil picado y cubrimos del caldo delbacalao que teníamos reservado (añadiremos más caldo o agua si fuera necesario).
Tapamos la cazuela y cocinamos 15 minutos o hasta que la patata esté blanda.
Servimos el plato acompañado de los pimientos fritos.