Paté de berenjenas

Por Bouquetgarni
Uff... Después de tanta comilona, brindis y festejo por aquí y por allá con comida cargada de muchas calorías (porque aquí - hemisferio sur - estaremos en verano, pero celebramos con algunas recetas dignas de un invierno a varios grados bajo cero, por eso de la herencia cultural que le dicen...), el cuerpo pide a gritos algo más liviano. Más allá de las dietas de desintoxicación, las rutinas doble de gimnasio para bajar los kilitos de más obtenidos en 2 semanas de desarreglos generalizados en nuestra dieta, algunas recetas sanas, fáciles y poco calóricas nos vienen de mil maravillas, ¿no es cierto? Bueno, este paté vegetariano es sencillo de realizar, con no muchas calorías encima y muy práctico, sea como paté o dip para una picada/picoteo o para después de la pileta/piscina, para llevar a un picnic o como aderezo para sandwiches y ensaladas.

Algunos pocos ingredientes, un mixer o procesadora y lista la receta. En pocos minutos, un paté hecho y derecho que nos dejará encantados con su sabor y textura.

Cortá 3 berenjenas (bien lavadas y con piel) en sentido longitudinal y ubicalas en una fuente para horno, rociada con rocío vegetal en spray (o ligeramente enaceitada). Además, añadí una cebolla entera sin su cáscara. 

Rociá ambos vegetales con un hilo de aceite y cocinalos en horno fuerte hasta que estén bien tiernos (unos 30 minutos aproximadamente). Entonces, con la ayuda de una cuchara, quitá la pulpa de las berenjenas y picala de manera grosera. A la cebolla también cortala en trozos.

Colocá las berenjenas y la cebolla trozadas dentro del vaso del mixer o de la procesadora de alimentos. Añadí 25-30 gramos de queso rallado (variará según el tamaño de las berenjenas que utilices y de la textura cremosa que desees para este paté, pero cuidá la cantidad para que no tape todos los sabores), 1 cucharada de semillas de sésamo integral, 1 cucharadita de pimentón ahumado (o dulce), sal, pimienta y nuez moscada a gusto.

Procesá hasta obtener una crema de textura homogénea. Para decorar y aportar más sabor todavía, espolvoreá por encima algo de pimentón y semillas de sésamo.
Conservá en la heladera hasta el momento de servir. Podés comerlo frío o a temperatura ambiente.

Algunas observaciones y recomendaciones finales: Esta receta es ideal para utilizar esas berenjenas que empezaron a mancharse porque hace unos días ya que las tenemos en casa, comenzando a perder su frescura natural.
Pueden reemplazar el pimentón (ahumado o dulce) por cúrcuma que, además, le aportará un calor amarillo muy característico y todo sus beneficios nutritivos.
Este paté se conserva muy bien por unos 3-4 días en heladera/frigorífico, almacenado en frasco esterilizado.
Les recuerdo que las berenjenas son ricas en hierro y magnesio (ideales para prevenir anemias y mejorar el sistema inmunológico), con un alto contenido de potasio (bueno para los sistemas nervioso y cardiovascular) y de ácido fólico. Además, contienen muy pocas calorías (unas 25 cada 100 gramos), mucha agua y antioxidantes (vitamina E, ácido fenólicos y antocianina). Asimismo, contribuyen a mejorar la circulación, reducir el colesterol malo y disminuir el nivel de glucosa en sangre (lo que las convierte en aliadas de las personas diabéticas).
Por último, no olviden que los patés vegetales/vegetarianos caseros tienen muchas virtudes. A saber: no contienen ningún tipo de químico (espesantes, aglutinates, acidulantes, colorantes, conservadores/conservantes ni estabilizadores) porque ustedes saben con qué calidad de ingredientes los realizan, no poseen grasas saturadas ni grasas malas por ser vegetales y por emplear en su elaboración aceites crudos, son ideales para hacer que los chicos (y no tan chicos) de la casa consuman vegetales (si son de escaparles en cuanto los huelen a kilómetros) porque quedan muy sabrosos. Además, son estupendos sustitutos de aderezos industriales (para realizar bruschettas, sandwiches y ensaladas) y enriquecen cualquier picada entre amigos, incluso aquellos que son carnívoros. 


En un ratito obtendrás un paté delicioso, de textura suave y cremosa, con un sabor ligeramente ahumado verdaderamente irresistible. Ideal para acompañar con tostadas de pan casero o bastoncitos de verduras. Excelente para enriquecer un sándwich, aderezar una ensalada de papas, tomates y aceitunas/olivas o para acompañar a otros ingredientes en una picada de lujo.

Espero que les guste la propuesta y que la prueben porque estoy segura que les encantará. En casa, tenemos un ránking de patés (vegetales, claro está) y este pelea, cabeza a cabeza, el primer puesto con el el paté de hongos Portobello (receta aquí).
¡Hasta la semana próxima! Disfruten mucho con sus seres queridos y experimenten en la cocina.