Si recién descubren esta propuesta les comento que aquí encontrarán la receta de un delicioso Paté de tomates secos y aquí podrán leer la receta de un refinado Paté de hongos Portobello que dejarán a sus comensales con la boca abierta.
Estos son los ingredientes que necesitarán para preparar este cremoso y suave paté vegetal.
¿Nos ponemos a cocinar?
Rehogá en 2 cucharadas de aceite neutro (o el de tu preferencia) 1 cebolla chica picada. Condimentá con sal, pimienta, nuez moscada y 1 cucharadita de orégano. Cuando la cebolla se torne traslúcida, incorporá 250 gramos de calabaza cortada en pequeños cubos (en mi caso era zapallo anco/curcubita moschata, pero puede ser cualquier variedad; lo único que cambiará será el sabor más o menos dulzón y la textura más o menos acuosa). Agregá también 1/2 vaso de agua (potable, claro está).
Cociná a fuego bajo hasta que la calabaza esté tierna (para ese entonces, probablemente, no quedará agua en el fondo de cocción; si quedara, desechala para no malograr la receta).
Colocá, entonces, la preparación en el vaso de la licuadora o mixer. Agregá 50 gramos de almendras molidas, 1 cucharadita de cúrcuma y un hilo de aceite.
Procesá hasta obtener una mezcla cremosa y rectificá la sazón si fuera necesario.
Si el paté quedara muy denso, añadí agua potable o aceite en pequeñas proporciones hasta lograr la textura deseada.
En caso que estuviera muy líquido (esto depende de la calabaza), agregá más almendras molidas.
De sabor delicado, algo dulce y muy untuoso, este paté acompaña muy bien cualquier picada tradicional, aportando un sabor suave y nada invasivo.
Por último, un consejo que puede ser una opción gourmet: los patés vegetales pueden reemplazar perfectamente aderezos como mayonesas/mahonesas, salsas ketchup o mostazas, aportándoles sabores más sanos y refinados a cualquier sándwich.
Espero que la propuesta los tiente (aunque sea por mera curiosidad) y se animen a preparar esta receta. Verán que no quedarán decepcionados...
¡Hasta la próxima! Pasen una hermosa semana.