Últimamente camino mucho por Madrid. La encuentro tan transformada en algunas zonas que me cuesta reconocerla. La ciudad está, en general, limpia, los edificios restaurados, y en la Plaza Mayor y alrededores, las terrazas con sillas de mimbre y sombrillas de lona a juego (desterradas las sillas de plástico de Mahou) y los mercados europeizados. Mimos y orquestinas homogeneizados y pasteurizados - todo empieza a parecer un escenario en espera del turista accidental.
Últimamente camino mucho por Madrid. La encuentro tan transformada en algunas zonas que me cuesta reconocerla. La ciudad está, en general, limpia, los edificios restaurados, y en la Plaza Mayor y alrededores, las terrazas con sillas de mimbre y sombrillas de lona a juego (desterradas las sillas de plástico de Mahou) y los mercados europeizados. Mimos y orquestinas homogeneizados y pasteurizados - todo empieza a parecer un escenario en espera del turista accidental.