El patinete, conocido como Hoverboard en inglés, era en la película una especie de tabla de madera pintada de colores estrafalarios que permitía a quien se subía en ella levitar a escasa altura, pudiendo desplazarse rápidamente al no tener más rozamiento físico que el del propio aire. Un equipo de físicos franceses han conseguido este mismo efecto gracias a un material superconductor que permite que dos superficies se repelan hasta el punto de que alguien se pueda montar encima y aguante el peso del cuerpo.
En cualquier caso se trata tan solo de un prototipo que necesita de temperaturas extremadamente bajas (casi 200 grados bajo cero), lo que minimiza su viabilidad comercial. De hecho la superconductividad y la repulsión de los campos magnéticos hasta el punto de conseguir que los elementos leviten no es algo nuevo, sino que se conoce desde hace años. Es más, no es la primera vez que se presenta un aparato similar, pues otros inventores ya han probado fortuna con sistemas de levitación y desplazamiento parecidos.
Sin embargo esta invención recurrente de los científicos parisinos llega a la palestra en un momento histórico para la película “Regreso al futuro” y sus miles de fans. La subasta que se celebrará para recaudar fondos para la fundación Michael J. Fox para la investigación del Parkinson espera recaudar una gran cantidad de dinero gracias a varios artículos. Entre ellos el famoso patinete sobre el que se desplazaba en el futuro, que esperan que alcance los 20.000 dólares, o el famoso Delorean, el coche con el que viajaban al futuro, cuyo precio podría superar los 600.000 dólares (unos 435.000 euros).
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