La conservación y cuidado de las macetas durante los largos meses del frío invierno, al fin tienen su recompensa. Ahora se puede admirar la belleza que las plantas escondían en su interior y disfrutar de las flores que llenan de color las paredes encaladas de estos populares patios.
No es necesario estudiar las combinaciones de colores más adecuadas, la Naturaleza se encarga de todo, blancos, rosas y rojos se dimminan entre una madeja de masa verde que ciega puertas y ventanas. Los pelargonios, comunmente conocidos como geranios, se convierten en las especies ideales para los patios cordobeses.
El pelargonio es una planta de temporada que florece en verano, mientras que el geranio es un arbusto de jardin que sobrevive varios inviernos. Sin embargo, después de un verano lleno de flores, se puede conseguir con algunos cuidados, que los pelargonios sobrevivan al invierno y vuelvan a florecer, incluso con mayor abundancia, en la siguiente temporada.
Los patíos cordobeses comunican directamente con las estanciasy las galerías de las casas. Unas veces la comunicación entre el patio y el interior del edificio se establece a través de ventanasy balcones y otras por medio de graciosos soportales o por las barandas que bordean diminutos tejados.
La personalidad de este patio cordobés se asienta sobre la aristocrática armonía con que se ensamblan los elementos arquitectónicos y ornamentos que lo integran.