Catalina de Médici, nació princesa de Florencia y con tan solo 14 años, su tío, el Papa Clemente VII concertó su matrimonio con el segundo hijo del rey de Francia, que años más tarde se convertiría en el sucesor de la dinastía gala como Enrique II.Catalina a pasado a la historia por su personalidad arrolladora, como el arquetipo de la reina calculadora y despiadada, según muchos de sus biógrafos, pero también por haber sido, como refinada gourmet que era, promotora principal de la primera revolución culinaria que sentó las bases de la renombrada gastronomía francesa, adaptando ésta a los gustos toscanos que ella conocía de primera mano.
Como dato curioso, también influenció en otros aspectos de la vida social francesa; modernizó la ropa interior femenina, dándole un toque sexy con atrevidos corsés para lograr la "cintura de avispa", y diseñó ropa especial llamada "amazone" para que las mujeres pudieran montar a caballo con mayor comodidad a horcajadas. Pero no nos desviemos del tema que nos ocupa hoy que no es otro que el pato a la naranja.
Independientemente del origen del plato que hoy nos ocupa, queda demostrado que las combinaciones en un solo plato de carnes y frutas ha encabezado desde hace siglos la lista de platos festivos y de celebraciones.
El pato a la naranja es, tal vez con el melón con jamón y el foie-gras a las uvas, el paradigma de estas combinaciones. Un plato que con el tiempo ha cambiado bastante; para empezar, han variado sus protagonistas originales.En principio, este plato se preparaba con pato salvaje, de caza, y naranjas agrias. Hoy se hace con pato doméstico, que debe ser joven, y con naranjas dulces. Es una adaptación, una evolución, una especie de refinamiento, porque la versión original nace de la necesidad de contrarrestar con un elemento ácido y fresco como el sabor poderoso del pato salvaje.Después de haber probado el
arroz con pato confitado, (también receta muy apropiada para un almuerzo en estas próximas fiestas), he decidido volver a contar con esta presentación de pato para hacerlo en esta ocasión a la naranja. En casa lo tenemos tan claro después de disfrutar de esta receta, que a partir de ahora recurriremos al confitado para disfrutar del pato en cualquier receta que le implique. Con sabores agridulces y un atractivo color, este plato se convierte en una estrella que deslumbra tal como llega a la mesa, un plato muy asociado a la Navidad y del que espero disfrutes, además se puede dejar preparado con antelación y solo saltear las verduras momentos antes de servirlo.Aprovecho para desearos una muy Feliz Navidad cargada de buenos momentos y buena cocina. Nos tomamos un paréntesis de vacaciones, hoy es el cumpleaños de mi mujer; salimos a celebrarlo y a partir de mañana, a liarnos con los menús y compras de estos días, (quizás para hacer alguna escapadita...). Un gran abrazo a tod@s.
A un oponente - tolerancia.
Para un amigo, tu corazón.
A todos - la caridad.
Para cada niño, un buen ejemplo.
A ti mismo, respeto.
Oren Arnold
Ingredientes:(2-4 personas)
2 cuartos traseros confitados de pato, de aproximadamente, 300 ge cada uno1 cebolla cortada en juliana
3 zanahorias medianas
3 naranjas
1 limón
1 Pizca de sal
1 Pizca de pimienta molida
2 cucharadas soperas de AOEV
200 gr de caldo de ave
60 gr de azúcar
4 cucharadas soperas de licor de naranja (yo he usado Cointreau)
2 cucharadas soperas de maicena
2 cucharadas soperas de confitura de naranja amarga (mejor casera)
Tomillo fresco
Guarnición:
Judías redondas
1 cucharada de mantequilla
Tomillo fresco
Naranja laminada y naranja caramelizada
Pimienta molida
Sal
Encender el horno a 180ºC con calor arriba y abajo. Poner los cuartos traseros confitados de pato sin apartar la gelatina, en el interior de una fuente apta para horno. Hornear a 180ºC durante 10 minutos.
Retirar la fuente del horno y añadir el caldo de ave, el zumo de naranja y limón.
Llevar de nuevo al horno a temperatura de 150ºC durante 20-25 minutos, dando la vuelta al pato a mitad de horneado.Pasado el tiempo, retirar la fuente. Reservar los cuartos en caliente.Pasar por la batidora los jugos del fondo de la fuente y el cointreau. Si os apetece una salsa algo más espesa, añadir también la verdura horneada en la batidora.Mezclar la maicena con 2 cucharadas de agua fría hasta su disolución. Añadir a la salsa. Llevar a ebullición hasta que espese. Retirar e incorporar la confitura de naranja.Preparamos como paso final un salteado de judías y zanahorias con mantequilla, pimienta y una pizca de sal.Para el emplatado, servir un cuarto trasero de pato en cada plato. Sobre cada pieza de carne, disponer un poco de salsa, una lámina de naranja fresca, la naranja confitada y acompañar con el salteado de judías y zanahorias. Decorar con el tomillo fresco.Fuente de datos: Catalina de Médicis. La reina y la leyenda(Jean-François Solnon)