En este caso el autor, Robert Harris, parte de la premisa de que los nazis ganaron la Segunda Guerra Mundial y conquistaron gran parte de Europa durante los años posteriores, gobernando no solo Alemania, sino también Austria, Polonia o Rusia. Este es el escenario en el que se desarrolla esta novela. Sin embargo, en contra de lo que esperaba, la ucronía es solo el escenario, no tiene tanta importancia como creía y en realidad Patria es una novela negra que tiene como ambientación la Alemania nazi de 1964 pero no tiene tanto peso como me imaginaba. Aun así, la historia me ha enganchado y me ha gustado mucho. No os voy a engañar, no me ha dejado huella, no es lo mejor que he leído en 2012, pero ha cumplido su función de entretener y muchas veces eso es lo único que buscamos en un libro. El protagonista de esta historia es Xavier March, un cuarentón divorciado, padre de un niño de diez años y miembro de la Policía de Berlín. Su vida se reduce únicamente a su trabajo. Pasa más horas en la oficina que en casa. No tiene nada más, a nadie más y se vuelca en su labor de investigador. Es su vocación. Es lo único que tiene. La historia se desarrolla entre el martes 14 y el lunes 20 de abril de 1964, día en el que Adolf Hitler cumple 75 años. En los días previos toda la ciudad de Berlín se engalana y se prepara para la gran celebración. Pero los preparativos festivos se ven interrumpidos por la aparición de un cadáver en el lago Haven de la ciudad. Se trata de un anciano. En un principio parece un vagabundo, pero las investigaciones revelan que es un alto cargo del Partido Nazi. Xavier March y su compañero Max Jaeger tendrán que hacerse cargo de la investigación y averiguar cómo y por qué murió y si la muerte fue natural, un suicidio o un asesinato. Conforme pasan los días aparecen nuevos cadáveres. Todos son miembros destacados del Partido Nazi. Todos han ocupado puestos de responsabilidad en distintos Ministerios. Y todos acudieron a la misma reunión durante la Segunda Guerra Mundial. ¿De qué hablaron en la reunión? ¿Qué asuntos trataron? ¿Quién está matando a todos los asistentes y por qué? A lo largo de los años todos los que acudieron a esa reunión han ido muriendo poco a poco en sospechosos accidentes. Ahora solo quedaban cuatro. Tres acaban de morir y el cuarto está desaparecido. Xavier March, acompañado por Charlie, una joven periodista norteamericana dispuesta a todo con tal de descubrir qué se esconde detrás de todas las muertes y publicar toda la información, emprenderá una carrera contrarreloj en la que tendrá que encontrar la respuesta a todas las preguntas. Pero no lo tendrá fácil. La Gestapo les sigue muy de cerca. No quiere que investiguen los asesinatos. No quiere que averigüen quién está matando a esos miembros del Partido Nazi ni, mucho menos, por qué. No quiere que salga a la luz el motivo de aquella reunión. La novela tiene un ritmo muy ágil, trepidante, frenético, que hace que se lea casi sin darte cuenta, las páginas vuelan a la misma velocidad que se suceden las persecuciones, los interrogatorios, los asesinatos, las amenazas, las desapariciones. Aunque el final es lo que menos me ha gustado, ya que para mi gusto es demasiado abierto, en conjunto la novela ha cumplido las expectativas que me había creado. Me ha gustado, me ha enganchado y me ha entretenido. No esperaba nada más. Me doy por satisfecha y, cómo no, os recomiendo que viajéis a la Alemania nazi de 1964 y descubráis por vosotros mismos todos los peligros que encierra esta patria.
En este caso el autor, Robert Harris, parte de la premisa de que los nazis ganaron la Segunda Guerra Mundial y conquistaron gran parte de Europa durante los años posteriores, gobernando no solo Alemania, sino también Austria, Polonia o Rusia. Este es el escenario en el que se desarrolla esta novela. Sin embargo, en contra de lo que esperaba, la ucronía es solo el escenario, no tiene tanta importancia como creía y en realidad Patria es una novela negra que tiene como ambientación la Alemania nazi de 1964 pero no tiene tanto peso como me imaginaba. Aun así, la historia me ha enganchado y me ha gustado mucho. No os voy a engañar, no me ha dejado huella, no es lo mejor que he leído en 2012, pero ha cumplido su función de entretener y muchas veces eso es lo único que buscamos en un libro. El protagonista de esta historia es Xavier March, un cuarentón divorciado, padre de un niño de diez años y miembro de la Policía de Berlín. Su vida se reduce únicamente a su trabajo. Pasa más horas en la oficina que en casa. No tiene nada más, a nadie más y se vuelca en su labor de investigador. Es su vocación. Es lo único que tiene. La historia se desarrolla entre el martes 14 y el lunes 20 de abril de 1964, día en el que Adolf Hitler cumple 75 años. En los días previos toda la ciudad de Berlín se engalana y se prepara para la gran celebración. Pero los preparativos festivos se ven interrumpidos por la aparición de un cadáver en el lago Haven de la ciudad. Se trata de un anciano. En un principio parece un vagabundo, pero las investigaciones revelan que es un alto cargo del Partido Nazi. Xavier March y su compañero Max Jaeger tendrán que hacerse cargo de la investigación y averiguar cómo y por qué murió y si la muerte fue natural, un suicidio o un asesinato. Conforme pasan los días aparecen nuevos cadáveres. Todos son miembros destacados del Partido Nazi. Todos han ocupado puestos de responsabilidad en distintos Ministerios. Y todos acudieron a la misma reunión durante la Segunda Guerra Mundial. ¿De qué hablaron en la reunión? ¿Qué asuntos trataron? ¿Quién está matando a todos los asistentes y por qué? A lo largo de los años todos los que acudieron a esa reunión han ido muriendo poco a poco en sospechosos accidentes. Ahora solo quedaban cuatro. Tres acaban de morir y el cuarto está desaparecido. Xavier March, acompañado por Charlie, una joven periodista norteamericana dispuesta a todo con tal de descubrir qué se esconde detrás de todas las muertes y publicar toda la información, emprenderá una carrera contrarreloj en la que tendrá que encontrar la respuesta a todas las preguntas. Pero no lo tendrá fácil. La Gestapo les sigue muy de cerca. No quiere que investiguen los asesinatos. No quiere que averigüen quién está matando a esos miembros del Partido Nazi ni, mucho menos, por qué. No quiere que salga a la luz el motivo de aquella reunión. La novela tiene un ritmo muy ágil, trepidante, frenético, que hace que se lea casi sin darte cuenta, las páginas vuelan a la misma velocidad que se suceden las persecuciones, los interrogatorios, los asesinatos, las amenazas, las desapariciones. Aunque el final es lo que menos me ha gustado, ya que para mi gusto es demasiado abierto, en conjunto la novela ha cumplido las expectativas que me había creado. Me ha gustado, me ha enganchado y me ha entretenido. No esperaba nada más. Me doy por satisfecha y, cómo no, os recomiendo que viajéis a la Alemania nazi de 1964 y descubráis por vosotros mismos todos los peligros que encierra esta patria.