Patricia Córdoba: «En la crisis encontré mi oportunidad.»

Por Maria Mikhailova @mashamikhailova

Patricia Córdoba lo tenía claro desde que era niña: su vocación era dedicarse a la psicología. En actualidad ejerce de psicóloga online, tras encontrar su oportunidad en un momento de crisis. Estaba perdiendo pacientes que se marchaban fuera de España en busca de un futuro mejor, y decidió reinventarse a través de Internet.

Una mujer joven y emprendedora, que no teme a los cambios y nunca deja de aprender. Según nos cuenta en la entrevista, antes Skype le sonaba a película americana. Ahora es su medio de trabajo. Ha tenido que enfrentarse al desconocido para muchos psicólogos mundo online, lidiar con las nuevas tecnologías, redes sociales y blogs.

El consejo que nos transmite es que nunca es tarde para reinventarse, tengas la edad que tengas. Y que no basta con conocer tu vocación, es necesario encontrar la manera de vivir de ella. Si quieres conocer cómo consiguió reinventarse, te invito a leer su historia, llena de superación y autenticidad.

1) Cuéntame un poco sobre ti: tu nombre, de dónde eres, edad, tu profesión inicial y la profesión actual, tu página web si la tienes.

Soy Patricia Córdoba, tengo 38 años, llevo 15 trabajando en psicoterapia y unos pocos menos en Psicoterapia online, Coaching y Counselling. Los primeros años trabajé como psicóloga en residencias, centros de mayores, y formadora para empresas e instituciones. Mi primer cambio fue comenzar a trabajar por y para mí en la consulta, y el segundo gran vuelo fue complementar la psicoterapia presencial con la consulta online.

Mi web es www.tupsicologia.com

2) ¿Qué te llevó a elegir tu carrera inicial (universidad, formación profesional, etc.) cuando decidiste escoger esa profesión para toda la vida (vocación, miedo al desempleo, no tenías ni idea, etc.)?

Pues suena casi místico, pero es que a los 12 yo sabía que iba a ser psicóloga. Salvo mis padres, nunca tuve mucho apoyo por parte de profesores y conocidos cuando expresaba lo que quería estudiar, les parecía que “no tenía salida, prestigio, etc. A mí realmente me dio igual, lo tenía tan claro que daba miedito. Cuando estudié Psicología, disfrutaba, devoraba la información, me sentía en mi elemento, yo no podía dedicarme a otra cosa.

Lo que no sabía en aquel entonces es que con la vocación no basta, hay que encontrar el modo de plasmarla; y afortunadamente, después de varios caminos y formatos encontré el mío.

3) ¿Has trabajado en esa área profesional hasta ahora? ¿Cómo te hacía sentir, creías que estabas en el lugar indicado?

Empecé trabajando en Centros de mayores y Residencias, creando con 23 añitos un servicio de Psicología donde no sabían ni siquiera qué era eso de una “¿psico qué?” La realidad es que hacía de todo, ayudaba a los mayores a comer, a ir al baño, hacíamos terapia de grupo, rehabilitación cognitiva en demencias, etc. Aún les recuerdo con gran cariño (a los mayores), sin embargo me sentí explotada, ninguneada, infravalorada, inhibida en mi creatividad, e incluso “engañada” por parte de los que movían el cotarro.

4) ¿Qué te llevó a decidir cambiar de profesión o emprender, si es tu caso? (desempleo, crisis, razones económicas, estrés, búsqueda de tu vocación, cambiar de aires, etc.)

No se puede crecer donde no te dejan, donde cualquier propuesta o cambio es visto como una amenaza. Ahí tuve que decir “no, esto no puede ser”. Sabía que me iba a caer un chaparrón por parte de algunos por dejar un trabajo estable: “con lo difícil que es que un psicólogo coma de eso, y otros bla, bla, bla”, pero lo hice. Ya antes de dejarlo, empecé a pasar consulta como psicoterapeuta, y entonces vi que ahí tenía mucho que hacer, así que di el salto definitivo, y desde entonces trabajo para mí. Reconozco que fueron unos años bonitos, me acoplé, me sentía segura, cómoda y feliz.

Después nació mi primera hija y entonces lo vi claro, quería estar con ella sin renunciar a mi trabajo, pero ya me había dado cuenta de que además de vocación quería y necesitaba algo más.

Entonces recuerdo que me surgió la idea uno de los meses en los que estaba perdiendo más pacientes (durante la crisis), ya que éstos se iban a trabajar o estudiar a otras ciudades o países, porque aquí no daba para más la tarta. De un problema a resolver vi una oportunidad y empecé a trabajar con ellos por teléfono y por Skype (hasta entonces he de decir que yo creía que Skype era una película americana)

5) ¿Con qué dificultades te encuentras cuando decides empezar de cero? (miedos, dudas, dinero invertido, etc.)

Antes de emprender tuve que pasar por varias etapas, algunas de ellas muy frustrantes, y tuve que redefinir mi concepto del éxito. Incluso llegué a pensar volver al engranaje de “por cuenta ajena” (esto me duró muy poco, lo reconozco).

¿Qué quería? ¿Ganar más, trabajar menos para hacer otras cosas, elegir un trabajo y una forma de trabajar que no la considerara un “trabajo” con las connotaciones negativas que conlleva? ¿Cuál iba a ser mi éxito, cómo iba a medirlo: por el dinero, por el tiempo, por la satisfacción, por la creatividad, por la conciliación con otras áreas, por el porcentaje que me permitía plasmar mis competencias?

Ahora soy consciente de que si hubiera utilizado el concepto de éxito de otros nunca habría desarrollado mis auténticas habilidades. Uno espera, confía, se reinventa, flexibiliza sus objetivos, aprende de trabajar como un empleado para otros, aprende lo que no quiere y lo que quiere.

Y emprende…sin red. Sí, mi página es mi proyecto, es lo que transformó y amplió mi trabajo, de trabajar en un pueblo pequeño de Madrid, a trabajar con hispanohablantes de todo el mundo, y cubrir necesidades que existían y detecté. La evolución de mi empresa es mi evolución, personal y profesional.

6) ¿Quién o qué te inspiró o ayudó para escoger esa nueva profesión o actividad actual? ¿Has pasado por algún proceso de coaching o has contado con algún mentor?

Pues aguanté la respiración e hice una inmersión de gran profundidad. Para mí el mundo online, de las redes, del SEO, del marketing de contenidos, de los plugins y las newsletters era flipante, como un apache en Nueva York; eso sí, un apache con muchas ganas de aprender.

Ahora sé que se puede pasar de un nivel -4 en conocimientos a un 5 decente y seguir en inmersión. No he tenido mentor como tal, aún lo sigo buscando a ver si él/ella me encuentra a mí; pero son varios los blogs que me han aportado muchísimo.

7) ¿Has tenido que formarte en algo nuevo para poder cambiar de profesión? ¿Cuánto tiempo te llevó? ¿Invertiste dinero en ello?

Claro, invertí en una nueva web, en formación en copywriting, en coaching para ser asesora online, en libros, etc. En mi opinión, no todos los psicólogos están capacitados para pasar consulta online, esta modalidad requiere de habilidades específicas para crear un clima de confianza y un compromiso terapéutico, y para eso hay que formarse sí o sí.

8) ¿Has conseguido ya convertir esta nueva profesión en tu sustento de vida o estás empezando? ¿O estás compaginando la nueva profesión con tu trabajo habitual?

Aún sigo complementándolo con la psicoterapia presencial, pero este año estoy cumpliendo el objetivo que me marqué de igualar el asesoramiento online al presencial. Y si continúo reinventándome, seguiré con los ebooks y la formación online, mis próximas hazañas.

9) ¿Cómo se lo han tomado personas cercanas a ti como amigos o familiares? ¿Te apoyan y te animan desde el principio o sientes que no entienden tu decisión?

Los importantes me apoyan a muerte. Trabajar online me permite disfrutar mucho más de mis hijos, llevarlos al cole, tener una consulta, y un minuto después jugar con ellos; así que su opinión es la que más me importa.

Sé que habrá más de uno a quien le parezca “extraña o limitada” mi opción, pero entonces es que su concepto del éxito no coincide con el mío.

10) ¿Qué podrías aconsejar a aquellas personas que desean reinventarse profesionalmente para que se atrevan a salir de su zona de confort y den el paso?

Varias cosas, los consejos son lo mío:

  • Mientras estés vivo, puedes reinventarte, a cualquier edad y desde cualquier punto del que partas; eso sí, cree firmemente en que puedes hacerlo.
  • No esperes al momento perfecto con la garantía del 100% de triunfo, eso no existe. Confía en tus recursos para sortear los obstáculos.
  • Si algo sale mal, no te sorprendas, es lo normal. Siempre puedes redirigir, hacer reversible el error y volver de nuevo a intentarlo.
  • Invierte en aprender. Siempre hubo antes alguien que emprendió el camino, pregúntale.

Si te ha gustado esta sección y quieres leer más entrevistas o saber cómo tú también puedes participar contando tu historia de reinvención profesional, aquí tienes el enlace.

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