La banda del Indio Solari también conocida (en la Argentina) como los redondos o simplemente los redo en una de las bandas más legendarias y de prestigio que tiene país. Arrancaron en los ochentas en la ciudad de La plata, ciudad que vio nacer a muchas bandas pequeñas que por esas cosas de la vida la pegaron. Estos empezaron de abajo, tocando en teatros o antros. Todo muy lindo hasta que empezaron a hacer shows en estadios, se enfrentaron con la masa, con la fama, con los medios, con el boom que generaron y de alguna manera, seguramente, eso repercutió en el la disolución del grupo (lo que llevo, de todas formas a buenos discos solitas).
Dobles sentidos y metáforas en sus canciones, un arte vanguardista creado por Rocambole, un amigo de los redondos llamado Ricardo "El Mono" Cohen, una música que iba del rock and roll más puro y clásico, nutriéndose de un blues poderoso y llegando a meterse con un sonido post punk, más que nada en "Oktubre", su segundo disco. Éste, Un baión para el ojo idiota, que nunca entendí qué significa, es el tercero y es el que marca el quiebre para empezar a entender el mundo de los redondos, su sonido, sus complejas letras vinculadas a la política, a las drogas, a las minas, y su arte de tapa (tanto como la puesta en escena de los shows) que fue innovadora y marcó esa imagen que tenemos (hoy) interiorizada de la cultura ricotera: la figura del hombre con la cadena en alto, las letras PR con la coronita arriba, o directamente al indio con sus conocidos lentes negros. El disco tiene ocho canciones, y casi todas son hiteras, en el sentido más literal de la palabra. Son canciones pegadizas, extrañas en su composición pero innegablemente entretenidas y escuchables. Un disco de los redondos se escucha como si nada. Canciones que, los que crecimos en este país, escuchamos en todos lados y todo el tiempo: en la radio, en la televisión, en los bares, en los taxis, en los cabarulos, en las casas de amigos, en los cumpleaños, en el cine, en las fiestas muy y poco descontroladas, en las callecitas de la ciudad, en negocios, en el bondi parado o sentado, en una oficina de fondo, en un estadio enorme o delante de tu computadora, como lo acabo de hacer yo, hace más o menos cuarenta minutos.
Escuchen el disco y no lo juzguen apresuradamente. Yo hice eso y me arrepentí. Hay que darle tiempo a las cosas, y más que nada a la música. Hoy, por suerte, me puedo sentar en mi sillita azul que está pegada a mi ventana, poner un disco de los redondos, disfrutar su música y si puedo, algo más.
Artistas Similares: Indio Solari, Skay Beilinson, Sumo, Divididos, Las Pelotas.
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