Patrón espermático (o cada cuánto hacerlo cuando quieres concebir)

Por Una Mamá (contra) Corriente @Mama_c_corrient
Una de las recomendaciones más frecuentes cuando estás intentando concebir es la de evitar tener relaciones diariamente y alternarlas o, incluso, dejar un tiempo de abstinencia de dos o tres días entre cada coito. Este criterio no sólo es algo que está muy extendido entre el pueblo sino que la comunidad médica (urólogos, ginecólogos) lo repite una y otra vez. Nuestro caso no fue una excepción: siempre nos insistieron en que hacerlo a diario era perjudicial. 
Yo, que soy cabezona por naturaleza, no podía entender una recomendación semejante. Sin ser especialista, mi sentido común me decía que cuántas más relaciones, más posibilidades. Más coitos igual a mayor número de espermatozoides y a mayor número de espermatozoides más posibilidades de que alguno alcance la meta. 
¿Por qué entonces el sentido común y el criterio médico no coinciden?. Mi opinión personal es que muchos médicos utilizan criterios basados en estudios poco actualizados. Me da la impresión de que sucede algo parecido al tema del método sintotérmico: es un método científico, altamente eficaz para conocer el ciclo de la mujer, fantástico para focalizar los días en que deben redoblarse los esfuerzos para obtener un embarazo y, sin embargo, no es que haya una gran mayoría de médicos que lo desconocen, no, es que hay muchísimos médicos que, conociéndolo, lo desprecian.
Como digo, soy muy cabezona. Y cuando me pongo burra me da por leer e informarme. Y cuando una se informa, a veces obtiene respuestas que nadie le ha dado en persona. Por ejemplo, encontrando estudios que dicen justamente lo que mi sentido común indica: que para muchos hombres el hecho de tener relaciones a diario no sólo no sería perjudicial sino que sería beneficioso.
Aquí es cuando entra en juego un término del que no se habla mucho pero que es básico: patrón espermático. Significa que los espermatozoides tienen un ciclo vital dentro de los testículos que difiere de un hombre a otro, al igual que las mujeres tenemos ciclos menstruales que difieren de unas a otras y que, de hecho, muchas veces no son contantes de un ciclo a otro. 
Para algunos hombres, una abstinencia de varios días puede significar que en el momento de eyaculado haya muchos más espermatozoides (mayor volumen, se dice) y una calidad constante. Sin embargo, otros hombres, con la misma abstinencia, aun cuando efectivamente eyacularan mayor cantidad de espermatozoides, estos podrían estar más dañados, más deteriorados (lo que yo llamo sobrecocidos).
Tradicionalmente se ha estimado que eyacular a diario producía, además de unas eyaculaciones de menor volumen, unos espermatozoides mucho más inmaduros, no preparados para fecundar el óvulo. Ahora, existen estudios que han sugerido que en hombres con alto recuento de espermatozoides anormales, eyacular a diario mejoraría el conteo de espermatozoides normales por la renovación que eso produce.
A mi me modo de ver, esto cambia bastante la perspectiva. Lo ideal, probablemente, sería conocer qué patrón tiene ese hombre que tiene un seminograma malo para averiguar si le favorece una mayor renovación espermática o, por el contrario, tener un esperma más maduro. No sé si esto se hace en la práctica, creo que no. Al menos a mi no me han llegado noticias de que a ningún hombre se le haya propuesto hacer un seguimiento de este tipo (que realmente sería sencillo haciendo un seminograma diario durante una semana y después un seminograma cada tres días hasta completar siete eyaculaciones, digo yo).
Mi experiencia personal me lleva a apoyar la tesis de las relaciones diarias. Nosotros nos quedamos embarazados un mes en el que lo hicimos todos los días dentro del periodo fértil, incluso más allá del segundo día de subida de temperatura. ¿Casualidad?. Nunca lo sabremos.
Mi opinión es clara. Creo que cada pareja debe adoptar la fórmula que mejor le convenga y apetezca y dejarse de consejos que, probablemente, no se sostienen en una evidencia científica clara, pues esta sólo podría venir dada por el estudio pormenorizado del patrón espermático del varón y no por un criterio genérico.
Por si sois curiosos como yo, éste es un enlace interesante que explica muy bien un estudio hecho en Sydney.