La noche del 4 de febrero de 1974, Patty Hearst, que tenía entonces 19 años, se encontraba con su prometido, Steven Weed, en su apartamento de Berkeley, California. En torno a las 9 de la noche llamaron a la puerta y, cuando Patty abrió, tres personas armadas, dos hombres y una mujer, empujaron la puerta y entraron por la fuerza. Golpearon a su prometido, que cayó al suelo, donde lo agredieron repetidamente con una botella de vino vacía, antes de maniatarlo. Un vecino que oyó el altercado y trató de intervenir corrió la misma suerte y fue agredido y maniatado.
A ella la sacaron a rastras del edificio mientras soltaba patadas y gritaba, y la metieron en el maletero del coche en el que huyeron. Aunque se dispararon algunos tiros, tanto durante el asalto como en la posterior huida, nadie resultó herido. Más tarde se descubrió que las balas contenían cianuro, lo que permitió a la policía a identificar a los autores como miembros del ESL.
El padre de Hearst, que se encontraba en Washington en el momento del secuestro, regresó a California, pero hubo que esperar dos días hasta que el ESL confirmase que la habían secuestrado, aunque no presentaron ninguna exigencia en ese momento.
No fue hasta el 12 de febrero, ocho días después del secuestro, cuando DeFreeze hizo su primera reivindicación; exigió al padre de Hearst que repartiese alimentos a los pobres de la zona de San Francisco y de todo el país. Aunque, al principio, éste dijo que era imposible satisfacer tal exigencia, acabó por ceder tras hacerse pública una grabación magnetofónica de su hija. Creo una agencia de reparto de alimentos con el nombre People In Need (Personas Necesitadas) que distribuyó alimentos por valor de millones de dólares a lo largo del mes siguiente, lo cual, en un principio, estuvo a punto de generar disturbios en las calles. El ESL también exigió la publicación de una serie de comunicados políticos en los periódicos propiedad de Hearst. Durante este periodo, se distribuyeron un total de cuatro grabaciones magnetofónicas que contenían declaraciones de Patty Hearst en las que afirmaba que sus padres no estaban haciendo lo necesario para garantizar su liberación.
Según Patty Hearst, la encerraron en un armario durante los primeros dos meses de su pesadilla y estuvo con los ojos vendados la mayor parte del tiempo, sometida a continuos abusos, tanto físicos como sexuales, por parte de DeFreeze y de otros secuaces. Le decían que en cualquier momento iba a morir, la obligaban a grabar los mensajes magnetofónicos para su familia bajo amenaza de más malos tratos y la apabullaban continuamente con propaganda del ESL, mostrando la opresión que padecía el ESL por los capitalistas como su padre. Patty pensaba que ello pudo acarrear que sufriese síndrome de Estocolmo, estado psicológico en el que las víctimas de secuestros desarrollan una dependencia respecto a sus secuestradores y se identifican con su causa, pese a haber sido sus víctimas. En un grado extremo, se han dado casos que acaban en complicidad con los raptores, hasta el punto de ayudarlos a huir. Deriva su nombre del atraco a un banco de Estocolmo en agosto de 1973 en el que las víctimas siguieron defendiendo a sus secuestradores incluso después de haber sido liberados.
Quienes cuestionan esta versión han sostenido siempre que la posterior complicidad de Hearst en los atentados del ESL demostraba que participó en ellos voluntariamente y que no era una víctima. En cualquier caso, Hearst difundió otra grabación, la quinta, el 3 de abril, dos meses después del secuestro, en la que acusaba a su familia y se proclamaba miembro plenamente operativo del ESL e insistía en que, a partir de entonces, solo respondería por su nombre de guerrillera: Tania.
La primera prueba concreta de su adhesión a la causa del ESL se obtuvo el 15 de abril. Se fotografió a Hearst durante el atraco a mano armada del banco Hibernia de Hollywood empuñando un rifle de asalto. La banda huyó con un botín de 10.000 dólares. El 24 de abril, Hearst difundió una nueva cinta en la que admitía haber tomado parte en el atraco y desmentía la versión de la prensa en la que se afirmaba que le habían lavado el cerebro, tildándola de ridícula. Hasta entonces, el FBI había considerado a Hearst testigo material en sus investigaciones. En ese momento se emitió una orden para proceder a su detención.
Un mes después, el 16 de mayo, Hearst se implicó en un nuevo atraco; esperaba sentada, sola, en la furgoneta que había aparcado el ESL en el exterior del local de una tienda de deportes de Inglewood, Los Ángeles, y para evitar que detuviesen a sus compañeros, Emily y Bill Harris, por hurto, abrió fuego contra un dependiente. Se vieron obligados a huir en varios vehículos robados y a abandonar la furgoneta, de modo que tuvieron que separarse de sus compañeros del ESL esa noche. Resultó ser un golpe de suerte que les salvó la vida.
Al día siguiente, el 17 de mayo de 1974, la policía de Los Ángeles logró, al fin, dar con el ESL en un apartamento en la calle East 54 de Compton, Los Ángeles, gracias a la pista que habían dejado varios tiques de aparcamiento no pagados que encontraron en la furgoneta abandonada. Al presentarse los agentes en el lugar, se produjo un tremendo tiroteo, delante de la prensa allí congregada, en la que murieron seis miembros de la banda, entre ellos, su cabecilla, DeFreeze. En un principio, se pensó que también Hearst se encontraba en la casa, pero, en realidad, había presenciado el asalto desde la habitación de un motel de Anaheim, California, con los Harris, a los que había rescatado el día anterior.
El asalto había diezmado al ESL, de modo que Hearst difundió otra cinta el 7 de junio en la que ensalzaba a sus camaradas muertos y prometía seguir con su lucha. Ella y los Harris se pusieron en marcha para reclutar nuevos miembros en la cantera de los movimientos estudiantiles radicales de Berkeley, California. En los meses siguientes, anunciaron una alianza con el Frente de Liberación del Nuevo Mundo. Debido a que las fuerzas del orden les seguían la pista en California, se marcharon a Scranton, en Pensilvania, donde se refugiaron en una granja durante varios meses.
La familia Hearst, sin noticias de su hija desde el mes de junio, retiró la recompensa de 50 000 dólares que había ofrecido a cambio de su regreso sana y salva.
El 21 de abril de 1975, cuatro miembros del ESL atracaron un banco de Carmichael, California. En el atraco murió una transeúnte, Myrna Opsahl, de 42 años. Hearst no se encontraba entre los cuatro autores del atraco.
Al fin, el 18 de septiembre de 1975, tras regresar a la costa oeste, Hearst fue detenida en San Francisco junto con sus compañeros del ESL Bill y Emily Harris, y Wendy Yoshimura. Cuando la llevaron a la comisaría de policía para tomarle los datos y el sargento le preguntó por su profesión, ella respondió: “guerrillera urbana”.
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