Si bien la película resulta algo graciosa, si la comparas con anteriores intervenciones del dúo Pegg/Frost deja bastante que desear y puedeinteresar más por su manida temática que recuerda a una serie de películas o sagas supuestamente míticas(la mayoría me importan un bledo, qué le vamos hacer) .En cuanto a los topicazos, los gags y los cameos tampoco solucionan la papeleta.
El personaje principal, a estas alturas en el convento, es como un primo lejano de Roger de American Dad (produciendo una sensación de Déja Vù constante) que bien que soporta todo el peso del film, y acaba siendo el más carismático del Trío Calaveras.
Veremos qué tal la trata el respetable; con un guión un poquito más elaborado habría tenido otra cara. Espero volver con más aires frescos de cartelera.
A cuidarse, wasabitas.