ECM Records, 1973ECM Records, 2008
1.- Georgian Bay.Paul Motian: Percusión, Charlie Haden: Contrabajo y Sam Brown: Guitarra.2.- Ch´I Energy.Paul Motian: Percusión.3.- Rebica.Paul Motian: Percusión, Charlie Haden: Contrabajo y Sam Brown: Guitarra.4.- Conception Vessel.Paul Motian: Percusión y Keith Jarrett: Piano.5.- American Indian: Song Of Sitting BullPaul Motian: Percusión y Keith Jarrett: Flauta.6.- Inspiration From A Vietnamese LullabyPaul Motian: Percusión, Charlie Haden: Contrabajo, Leroy Jenkins: Violin y Becky Friend: Flauta.
Paul Motian, Conception Vessel (ECM Records)
La presente entrada sirve de homenaje tras el conocimiento de la desaparición de uno de los pocos músicos que se le podía poner en la actualidad la etiqueta de “monstruo del jazz”; el baterista Paul Motian. La importancia y el curriculum musical de Motian es lo suficientemente importante para dedicarle un sentido homenaje a través de la primera grabación que realizó como líder en el sello discográfico de Manfred Eicher, ECM Records, y que dentro de la colección Touchstones fue reeditada en 2008, disco que por aquellas fechas era de muy difícil localización para los aficionados.Motian empezó tocando la guitarra pero al poco tiempo la abandona por la batería. Desde muy pequeño se fue aficionando a diversas músicas hasta que finalmente descubre el jazz en el colegio.Es tras su licenciamiento en el servicio militar que da rienda suelta a su sueños como músico, para ello se instala en Nueva York donde empieza a tocar de forma asidua con grandes músicos, acompaña a George Wallington, a la orquesta de Jerry Wald (donde traba amistad con Bill Evans en 1956), toca y graba con George Russell, con las Big Bands de Oscar Pettiford y Tony Scott en 1957. También colabora con Lennie Tristano, Warne Marsh y el tándem compuesto por Al Cohn-Zoot Sims en 1957. Por aquellas fechas tiene la posibilidad de participar en actuaciones y jam sessions con algunos de los nombre más relevantes del jazz como eran, Coleman Hawkins, Thelonious Monk y Billie Holliday.
El año 1959 resulta ser crucial en su carrera como músico al convertirse de forma estable en el baterista de Bill Evans (al que ya había acompañado en la grabación en su primer disco como líder en 1956, New Jazz Conceptions). La pertenencia al grupo de Evans supuso toda una aventura musical que duró un total de seis años, principalmente porque Evans puso las bases de lo que sería el desarrollo moderno del trío-piano-contrabajo, trío entendido como una unidad creativa sin el predominio de ningún instrumento y en donde cada músico tiene un papel equivalente dentro de esa unidad. Muestra de ello fueron las grabaciones en 1961 en el Village Vanguard acompañado por el propio Paul Motian y el contrabajista Scott LaFaro, auténticas obras maestras que ilustran su concepto de trío, una conversación a tres, una conversación de igual a igual. Este trío se ve truncado por la muerte accidental de Scott LaFaro, a quien le sucederán Chuck Israels y más tarde Gary Peacock.
La lista de los músicos con los que ha tocado y grabado es de una envergadura tan impresionante que representan por si solos a la historia del jazz, señalar entre ellos a Paul Bley o el mismísimo Martial Solal, con quien grabaría uno de los mejores conciertos del Festival de Newport; también que se asocia con Albert Ayler, Pharoah Sanders o Don Cherry. Otro de los momentos culminantes en la carrera musical de Paul Motian es la participación en la creación junto a Charlie Haden en el primer trío de Keith Jarrett en 1968, formación que más adelante pasa a convertirse en cuarteto con la presencia del saxofonista Dewey Redman, conocido como el “cuarteto americano” de Jarrett. Por estas fechas inicia su trayectoria como líder gracias a la mano del productor alemán Manfred Eicher con quien grabará un buen número de discos, entre ellos el que comentaremos, del año 1973, Conception Vessel. Su formato predilecto tras abandonar a Jarrett es el trío, por ello lleva a cabo de forma estable una formación con Charles Brackeen y David Izenzon, este último reemplazado por Arild Andersen y, en 1979, por Jean-François Jenny-Clark, uno de los mejores contrabajistas que ha dado el viejo continente europeo. Otras de sus formaciones predilectas es el quinteto y para ello reúne a un grupo formado por Joe Lovano, Jim Pepper, Bill Frisell y Ed Schuller. Motian así mismo ha formado parte de casi todas las combinaciones de la Liberation Music Orchestra de Charlie Haden.
Motian es sin duda alguna más que un baterista un excepcional percusionista, un modelo de musicalidad y un interlocutor privilegiado de pianistas. Su participación en la evolución de la batería es crucial, pues ha defendido siempre una extrema delicadeza en su instrumento, teniendo como fin último la melodía y como utopía tocar jazz por sobre la titularidad de los instrumentos solistas y obviar toda función de acompañamiento, expandiendo el ritmo y el discurso musical en torno a los silencios, el gesto contenido en los golpes y la emotividad y el refinamiento como parte de su ideario.
Muchas de las cualidades señaladas arriba se pueden apreciar en el presente disco que comentamos, Conception Vessel. Una grabación con un contenido ecléctico (muy propio del sello discográfico ECM) que sirvió al músico americano para desarrollar los diversos estilos musicales que habían conformado hasta ese momento su espectro musical, y con la presencia de diversas formaciones en el desarrollos de los temas. Dos de las composiciones del compacto se encuentran interpretadas a trío con Motian, Charlie Haden al contrabajo y San Brown a la guitarra, “Georgian Bay” y “Rebica”. Formación atípica sin piano que interpreta estos temas con ciertos parámetros indecisos en sus planteamientos, pero que crecen en intensidad musical a lo largo de la interpretación. “Rebica” despliega trazos de libre improvisación, dosis de belleza y momentos de fiereza interpretativa; especial atención merece la aportación de Sam Brown. Otros dos temas, “Conception Vessel” y “American Indian: Song Of Sitting Bull” son ejecutados a dúo por Paul Motian y Keith Jarrett. Señalar de ellos el título que da nombre al disco, con un Jarrett muy abstracto y repleto de texturas secundado por un excelente Motian muy activo en los platos. El tema “American Indian: Song Of Sitting Bull” permite apreciar la ejecución a la flauta de Jarrett, en un planteamiento completamente tribal. El compacto finaliza con un tema en cuarteto, “Inspiration From A Vietnamese Lullaby”, de extraordinario vigor y ferocidad interpretativa por parte de los cuatro músicos que lo interpretan, y que depara excelentes momentos tanto improvisatorios como sonoros, muy especialmente gracias a las aportaciones provenientes al violín de Leroy Jenkis.
Una extraordinaria grabación que nos permite llevar a cabo un pequeño homenaje a la figura de uno de los mejores bateristas del jazz recientemente fallecido.