Paula Prentiss

Publicado el 05 octubre 2018 por Alejandropumarino

Uno de los más recientes monólogos de Goyo Jiménez criticaba “los desagradables efectos de la edad” preguntándose, entre otras cosas, por qué habían de ser desagradables, cuando solo representan el paso del tiempo, la senescencia, el envejecimiento, proceso normal, fisiológico, en toda la especie humana y con una alternativa verdaderamente peor.

Ahora deberemos incluir los desagradables efectos del bótox, de la cirugía plástica, de querer engañar -aparentemente- el discurso de los años a base de química o de bisturí. Después pasa lo que pasa, lo que muestra la instantánea que ilustra la entrada de hoy; Paula Prentiss envejece de forma diferente en el área cigomática que en el resto de su rostro, algo inexplicable sin la intervención de lo artificial, sin la mano del cirujano experto que solo engañó temporalmente “los desagradables efectos de la edad”.

Alejandro Pumarino, excesivamente mayor, aspira a experimentar durante largo tiempo el proceso de un envejecimiento natural en el contexto de una saludable calidad de vida, especuialmente en lo referente a los placeres fisiológicos, como la comida y la bebida. Que así sea.