Mejoras por aquí, mejoras por allá. Como si de un mago (que hace magia) se tratara, el señor Rivero ayer se sacaba de la manga buenos datos para este 2014 e incluso para el 2015 dando esperanza a propios, extraños y resto de parlamentarios en la cámara regional. El optimismo del señor Rivero va in crescendo, tanto que ayer casi adelanta el cambio de hora de verano y la llegada de la primavera, previsto el primero para el 30 de marzo y el cambio de estación para el 20 del mismo mes.
Pero se entiende que después de tantas y tantas malas noticias para los habitantes de este continente en miniatura, Paulino Rivero haya querido dejar claro que el crecimiento económico en este año será en Canarias de un 2%, no sabemos aún si este porcentaje bajará con el descuento de residente pero ahí está. Un flamante 2% de mejora justo pocos días después de que el presidente de la nación, de la nación española para que no haya confusiones, haya asegurado en el Congreso del País Vasco precisamente que los años 2014 y 2015 serán los años del crecimiento económico y de creación de empleo.
Que dulce coincidencia entre Paulino Rivero y Mariano Rajoy que piensen igual o eso, o tienen contratado al mismo economista. Lo que nos alegraría enormemente porque con esto vemos que la administración reduce costes y establece sinergias para ahorrarle al ciudadano gastos innecesarios.
Y que bien que tengamos crecimiento económico y creación de empleo en este 2014 y en el 2015 por parte de ambos presidentes, porque así cuando se encuentren este próximo fin de semana en la inauguración del pabellón de baloncesto, el Gran Canaria Arena, al que el señor Rajoy ha sido invitado, puedan hablar de ello. Bueno, siempre y cuando el señor Rivero haya sido invitado también. Ya saben ustedes que desde el Cabildo de Gran Canaria han reclamado bastante al Ejecutivo Regional que aportara lo prometido para la creación del recinto deportivo y que ha provocado más de un desencuentro político.
Pero como no me gusta generar tensión alguna, si el señor Rivero no puede estar junto a Mariano Rajoy o José Manuel Soria y José Miguel Bravo de Laguna en el palco de autoridades quizá le toque el banquillo visitante, por eso de que este sea un pabellón de talla internacional con origen grancanario y de cuatro estrellas, ni una más.
Una cosa más, señor Rivero, antes decía que su mensaje de mejoría económica casi casi está calcado de el del señor Rajoy. Solo decirle que tenga cuidado que al presidente del Gobierno de la nación se le dan mal las predicciones, aunque pensándolo bien, creo que en eso también coinciden ustedes dos.
Esta es la crónica habitual de un día como otro cualquiera…
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