Pautando nuestras metas

Por Juan Carlos Valda @grandespymes

por Andres Schuschny

¿Es posible establecer principios precisos que constituyan la base para la realización de cualquier logro? El actual contexto epocal, tan signado por la velocidad, la inmediatez y el apuro nos ha ubicado en una disyuntiva: hoy enfocarse para alcanzar el logro de cualquier consecución o meta es fundamental para avanzar en el farragoso terreno de nuestras realizaciones.

Sin embargo, la vida urbana nos ha sometido al rigor de la preocupación, cuando en realidad deberíamos más que nada ocuparnos y permanecer en foco para actuar con determinación. Cuánta energía derrochamos en preocuparnos, cierto? El tema que se plantea sería entonces identificar pautas que nos permitan mantener el pulso de nuestra acción con miras de alcanzar realizar nuestros objetivos o metas. ¿Qué pautas podríamos considerar? Con el fin de explorar posibilidades enumero la siguiente lista de pautas de acción que podríamos considerar con el fin de alcanzar una meta, cualquier meta.

Dejo la lista abierta a vuestra consideración y espero también puedan (desde la posibilidad que les brindo de comentar este post) alimentarla con más elementos:

  • Nuestras metas deberían ser lo más ambiciosas posibles
  • Nuestras metas deberían quedar escritas (ya sea en un pizarrón, en un diario o cuaderno, en una bitácora u hoja de ruta, en un blog, o aunque sea en una servilleta)
  • Nuestras metas deberían quedar expresadas en términos lo más concretos posibles
  • Nuestras metas deberían ser personales (y si no lo son deberíamos hacer el ejercicio para internalizarlas, empoderarnos y, asumirlas como nuestras, ya que la pasión es la condición necesaria – aunque no suficiente – para lograr la consecución)
  • Nuestras metas deberían tener una connotación positiva (más que negativa: por ejemplo: es mejor convertirse en una persona sana, que en un no-fumador)
  • Nuestras metas deberían ser específicas y con niveles de logro claramente medibles
  • Nuestras metas deberían tener una fecha límite (lo que le quitaría ambigüedad y enfocaría la dirección a seguir)
  • Nuestras metas tendrían que dar lugar a una transformación en nuestra persona (aunque sea a través del logro de algún aprendizaje)
  • Nuestras metas deberían incluir algún tipo de incentivo vinculado al logro (ganar dinero, prestigio, tranquilidad, o plenitud, por ejemplo)
  • Nuestras metas deberían ser realistas y realizables (en última instancia una GRAN meta, como por ejemplo, plantearse cambiar el mundo, debería se desmembrada en una secuencia de muchas pequeñas metas realizables y concretas)
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