Se acaban las cerezas en nada y hay que darles una oportunidad también en salado.
A muchos nos gustan los sabores combinados y a otros, los más reacios, no tanto, seguirán estancados en lo tradicional. Con todo su derecho y muy respetable. Hoy día se han impuesto en cocina y nos hemos acabado adaptando a ellos y encontrándoles el gusto.
Como anécdota os contaré que siendo yo niña vi a personas mayores comer de postre pepinos con miel, o manitas de cerdo empanadas y rebozadas en azúcar y canela, por poneros algún ejemplo. Lo que nos informa que en tiempos pasados ya existía esa inclinación, dentro de unos límites. No estaba escrito, pero sí eran costumbres arraigadas en el pueblo.He usado para deshuesar las cerezas un cacharrito especial que me regaló una amiga muy querida hace algunos años, lo que me ha facilitado añadirlas al guiso enteras que era mi propósito. Si no disponéis de este artilugio podéis partirlas a la mitad que no desmerecerán tampoco.Después de esta receta que os pasaré, hay un antes y un después, jajaja. Vais a encontrar un plato sencillo de hacer, saludable, con contrastes sutiles de sabores y por si fuera poco, bonito. Os animo a probar este delicioso plato de pechuga de pavo y cerezas antes de que se acaben. INGREDIENTES:- Pechuga de pavo fileteada, 7-8- Cebolla, 1 grande.- Cerezas dulces deshuesadas, 15-20.- Salsa Perrins o Worcestershire, 1 cda.- Dos Pasas de Pedro Ximénez, un vasito.- Maizena 1 cda.- Agua fría, una tacita.- Pimienta negra recién molida.- Sal.- Aceite de oliva, 4 cdas.ELABORACIÓN:Salpimenta los filetes y pásalos por el aceite caliente por ambos lados, sin hacerlos demasiado. Retira a un plato y reservarlos.