Artículo escrito por Arturo Sánchez:
Este sábado la selección española de fútbol ha perdido el encuentro amistoso que le enfrentaba a Inglaterra en el estadio de Wembley. No mereció caer derrotado, pero es la cuarta derrota del combinado de Del Bosque ante grandes rivales tras el Mundial. Escudarse en la inmaculada clasificación para la Euro 2012 es ignorar algunos problemas que parecen florecer antes de la cita de este verano.
Se puede decir que las derrotas ante Argentina y Portugal fueron producto de la resaca mundialista. Que se pierde ante Italia por un gol muy afortunado de los transalpinos o que Inglaterra se encontró un triunfo que no esperaba. ¿De verdad alguien piensa que todo se reduce a no haber nada en juego? Porque los rivales tampoco se jugaban nada. Igual de simplista es afirmar que éstos salen a “matarse” por ganar al campeón del mundo. Debe haber algo más.
Vicente Del Bosque ha optado por mantener el bloque que hizo de España la mejor selección en Sudáfrica, retocando tan sólo la posición de lateral zurdo por motivos obvios. Ha incorporado algunos jugadores nuevos, pero el bloque que se presentará en Ucrania y Polonia será calcado al de 2010. ¿Debía haber hecho el técnico salmantino cambios de mayor calado?
Deportivamente hablando siempre se ha comparado a España con el F.C. Barcelona. Las similitudes son evidentes, pero también las diferencias. El Barcelona tiene algo que hace de los de Guardiola un equipo incontrolable, Leo Messi. Él por sí solo es capaz de generar para él o para sus compañeros medio docena de ocasiones por partido. España es difícil que llegue a ese número. El Barça más parecido a España es el que se ve cuando falta el argentino. Vive de la posesión, del control del ritmo y de defender con el balón, pero carece de profundidad. Por si fuera poco, Del Bosque considera imprescindible el doble pivote Busquets-Xabi Alonso, lo que hace que el juego español sea aún más plano.
Del Bosque sabe que es más fácil ganar un gran torneo jugando a lo que jugó él en Sudáfrica que cómo jugó Luis Aragonés en Viena. Sabe que los partidos de estos torneos, más que ganarlos, no se pierden. De ahí su idea de mantener el control en todo momento. De ahí el doble pivote. Pero adelante no tiene un Messi, lo que hace que la exigencia defensiva sea mucho mayor. Un error atrás se antoja fatal. La España campeona jamás ha ido por detrás en el electrónico salvo ante Suiza en su debut en Sudáfrica. Perdió. Ir por detrás en el marcador puede ser una pesadilla.
Mucho más delicada es la guerra que se desató en el núcleo de la selección con motivo de los clásicos de este año. Jugadores muy importantes se han manifestado de manera hostil contra otros compañeros. Se han acusado de violentos, de tramposos, de teatreros e incluso se ha puesto en duda el compromiso de alguno de ellos con la el combinado nacional. Pensar que algo así no afecta es una utopía. Del Bosque tenía tres opciones: dejar todo igual; dar aire fresco a la selección con cambios drásticos; cambiar algo para que todo siga igual. El seleccionador ha optado por no hacer nada. Los resultados dirán si se ha equivocado o no, pero esta selección no parece que vaya a llegar a la Eurocopa con las mismas garantías que a Sudáfrica.
Hoy Holanda es tan peligrosa como en la final de Johannesburgo. Italia y Francia han mejorado sustancialmente respecto a las últimas citas. Alemania es superior a la de semifinales del Mundial. España no. ¿Es hora de preocuparse o no?