Artículo escrito por: Pedro Preciado
Se presentaban cuatro partidos de ensueño, cuatro encuentros para la historia, cuatro partidos que enfrentarían a los dos mejores equipos del mundo, cuatro clásicos en 18 días. No sabíamos si nos íbamos a cansar, como los íbamos a digerir, quién iba a marcar más goles, quién iba a salir pero pagado… Todo el mundo aseguraba que íbamos a tener la suerte de ver el mejor fútbol. ¿Y ahora? Tras finalizar tres de los cuatro clásicos y poniéndonos a analizar los cuales… ¿de verdad ha habido fútbol? Todo menos eso.
Tangana tras tangana, trifulca tras trifulca, pelea tras pela… Una auténtica guerra. Ese es el sustantivo con el que podemos resumir todo lo visto y demostrado por los dos conjuntos. Empezando por los entrenadores y terminando por los jugadores.
De Mou ya estábamos acostumbrados y como bien dijo Guardiola, lleva jugando su propio partido en las ruedas de prensa durante todo el año. ¿Pero y tú, Pep? Entraste en el juego y eso se paga, o mejor dicho lo pagamos los aficionados al fútbol. Esos que desde que nos levantamos estamos con el dichoso partido en la cabeza, para que luego cuando llegue el momento, este el balón más veces parado que en juego.
Y todo vuestro juego, sí, el de los entrenadores, se transmite al campo, a los jugadores. Salen picados, enfadados, con ganas de humillar los unos a los otros y todo esto se nota en lo más importante; el fútbol. Porque no solo hace daño a este deporte, sino a toda la sociedad ya que estos partidos son vistos en todo el mundo. ¿Y que va a hacer un chaval el siguiente día del partido en el recreo viendo antes a sus “ídolos” haciendo de todo menos jugar al fútbol?
Demandas por un lado, demandas por otro. ¿Y la imagen que está dando España? Y lo peor de todo… ¿Y la Selección Campeona del Mundo? Por mucho que sus integrantes digan que lo que ocurra en el campo se queda ahí…me van a decir ustedes que Villa no se va a acordar del pisotón intencionado que le dio Arbeloa, o el teatro puro y duro que hizo Pedro ante este mismo jugador. Perjudica seguro.
Y todavía queda uno… Por eso mismo hay que parar, hay que darse cuenta que son jugadores ejemplares para todo el mundo, que eran 4 verdaderos partidos y se han convertidos en auténticas batallas. Que sí, que la rivalidad es mucha, pero no se puede permitir todo lo que está ocurriendo.
Madrid-Barça, Barça-Madrid, no queremos peleas, no queremos declaraciones, no queremos demandas, solo queremos lo que prometisteis; simplemente “FÚTBOL”.