Uno de los lanzamientos más esperados del año era, sin duda, el nuevo disco del grupo liderado por Eddie Vedder. Cuatro años desde Back Spacer son muchos, pero desde luego que lo primero que hay que decir es que supera, y con holgura, a su predecesor, aunque el álbum de 2009 ganaba mucho en directo.Este disco nos trae a los Pearl Jam cañeros y que te hacen mover el esqueleto del disco del aguacate, pero también se marcan algúna que otra balada de mucha clase que hace que el amplio espectro del grupo, se agigante de manera devastadora y vaya a formar parte de sus clásicos ya numerosos.
Abre el disco Getaway, típico tema fuerte de la banda de Seattle con un ritmo superior con las guitarras y sección rítmica a tope, pero por si fuera poco le sigue el primer single Mind your manners que sube todavía más las revoluciones con una maravilla de esas de la factoría genuina del grupo que perfectamente emparenta con el disco de 2006. My father's son es de esas canciones que al principio te dejan descolocadillo (por lo menos a mi) pero que gana mucho con las escuchas, ya que va como a contracorriente, con el ritmo, la voz y casi el tono del disco, pero es un temazo. Sirens es un baladón antológico del que ya hablé aquí, maravillosa la voz de Vedder y genial sólo de guitarra solista. Lightning bolt es el tema que da título al álbum y muy buen retome cañero después de la balada, otra canción que gana con las escuchas. Infallible es quizás el tema más diferente del disco con aire casi cansino al principio, pero que remonta el vuelo hasta convertirse en un buen medio tiempo. Pendulum quizás sea la canción más lenta y menos apreciable del disco, casi se hace prescindible. Con Swallowed whole el disco recupera bravura, genio y clase, para mi de las mejores canciones del álbum sin dudarlo. Let the records play con esas influencias de rock sureño es una muy apreciable alegría en el disco, en la que Vedder vuelve a mandar con fuerza. Sleeping by myself es el tema folky del álbum sin discusión (clara influencia del disco de Ukelele de Eddie en solitario), buena transición a la parte final.Yellow moon es una canción típica de final de disco, de esas que se van apagando, pero con buena melodía y con buenos punteos solistas. Y Future days cierra un buen disco, curioso principio al piano y destacadísima voz de Vedder (ésta pegaría en la banda sonora de Into the wild), que ni decir tiene, que su influencia en la parte final del álbum me parece abrumadora. En definitiva, un buen disco para salir de gira, y no una excusa cualquiera.
Os dejo con Getaway, el tema que abre el disco.