PECERA DE ASFALTO
Madrid. Esa ciudad de espejos, que reflejan a los otros y que les devuelve a la realidad. El gris en los zapatos y en la acera las verdades, pisoteadas, la mayoría de las veces. Los peces de colores, en un río artificial de luces y sombras, se esfuerzan por sobrevivir fuera de su hábitat. Algunos de aquí y otros de allí. Yo, de un poco más cerca pero no del mismo centro, sino más al sur. Trece kilómetros más al sur. Por eso, quizás, no la percibo tan mía. Por eso quizás, la quiero y la odio a partes iguales. Le quitaría todos esos fragmentos de deshonrosos honores, de los que algunos hasta se enorgullecen. Menos mal que al final, la lluvia siempre acaba limpiando las calles…
Video promocional - Editorial Multiverso