La receta de hoy es de las sencillas, poco trabajo y mucho sabor...
Ya hemos dicho muchas veces que el pollo es un alimento que da mucho juego y estas pechugas son un ejemplo de ello.
Necesitamos una pechuga que cortaremos en dos filetes.
Las salpimentamos y reservamos.
Ponemos en una sartén un chorro de aceite a calentar y pasamos los filetes de pollo por harina y los sellamos vuelta y vuelta.
Agregamos dos o tres ajos picados.
Añadimos a la sartén un vaso de vino blanco y dejamos evaporar el alcohol.
Ponemos un vaso de caldo de pollo y el zumo de un limón.
Espolvoreamos con un poco de orégano.
Dejamos que se hagan las pechugas y servimos con la salsa por encima.