sentía ganas de llorar
y veía lágrimas de mujer kickapoo que me ceñían
hay una leyenda que habla de esa clase de lágrimas
es una leyenda maravillosa
porque sólo descubre verdades
fiel a la verdad como el silencio de un espejo
la leyenda dice
que cuando una mujer kickapoo llora
sus lágrimas se separan de ella
y vagan sin descanso como el viento del cielo
hasta que logran entrar en los ojos de un guerrero débil
para salir de ellos en forma de llanto
las lágrimas me acosaban
tan incansables como los negros que frente a mi celda cantan
y una noche ya no pude rechazarlas
ah hermosa Wataksi yo me había vuelto tan vulnerable
como vientre de mujer encinta
pero al fin las lágrimas
se aburrieron de mis ojos
y miré a la luna llena
Pedro Casariego Córdoba en Poemas encadenados 1977-1987 (Seix Barral, 1ª edición: febrero de 2003).