En el número 73 de la calle Palma de Madrid hay una tienda especializada en guitarras, bajos y amplificadores vintage. Hace dos años, una tarde de mayo, un joven de 15 años con pinta de rapero se acercó con su padre al barrio de Malasaña y entró en Headbanger Rare Guitars. Paseó entre piezas de segunda mano, modelos descatalogados y ediciones limitadas. Cogió la más cara de la tienda, una Gibson del año 55 de 18.000 euros. Y se puso a tocar, dejando boquiabierto al dueño del establecimiento. Desde entonces, acude religiosamente una vez por semana. Se sienta y toca durante un rato.
“La primera vez que el jovencísimo Pedro González entró a Headbanger nos confesó estar loco por una de nuestras guitarras, pero a los que dejó realmente locos fue a nosotros al escucharle tocar” explican los responsables de la tienda. Pasado el tiempo, otro asiduo de la tienda, el gran Ángel Carmona (presentador del programa Hoy empieza todo de Radio 3), coincidió con este genio y se quedó flipado. Hace dos meses, el asiduo visitante, que ahora ya tiene 17 años, comentó en Headbanger que iba a presentarse a las pruebas de la Escuela de Música Creativa para optar a una beca que cubre la mitad de los gastos del primer curso. Después de pasar dos cortes y conquistar al jurado, consiguió la subvención para estudiar jazz. La matrícula cuesta 4.000 euros. Ya tenía 2.000. Pero aún así su familia no podía hacer frente a la otra mitad.
Enseguida, los responsables del establecimiento de guitarras se pusieron manos a la obra. Levantaron el teléfono y llamaron a unos cuantos clientes y amigos. Tenían una idea, clara y efectiva: organizar dos conciertos privados en la tienda, para 40 personas cada uno, con un precio de 25 euros por persona. Xoel López, Leiva, Amaral, Twangero, Dinero y Franela aceptaron la propuesta. Pedro y su familia no sabían nada.
Al final del concierto, Pedro, sorprendido y emocionado por el gesto, se unió al show. «¡Joder, qué cabrón!», dijo Leiva en el rincón de la tienda, mientras, junto a Xoel y Dinero, acompañaba a la joven promesa del jazz rasgando las cuerdas de la guitarra.