Pedro J Ramírez años atrás no era santo de mi devoción, no me gustaba su estilo, y hablo en pasado porque cuando descubrí a Pedro J a través de Twitter mi opinión cambia.
Pedro descubrió que Twitter se ha convertido en una herramienta fundamental para el periodismo. Entendió que las leyes siguen siendo las mismas: saber escuchar y contrastar la información, saber comunicar. Twitter ha abierto nuevas vías de comunicación en el “aquí y ahora”. Pedro lo comprendió y yo descubrí un periodista, con el que podía o no estar de acuerdo, me podía gustar más o menos su estilo, pero repito descubrí un periodista muy cercano con sus lectores.
Ayer como todos sabéis Pedro J Ramírez fue cesado como director de El Mundo. Se comenta desde meses atrás que el Gobierno había decidido tomar la iniciativa para defender su imagen. Se rumoreaba que el objetivo prioritario de esta operación tenía nombre y apellidos: Pedro J. Ramírez. La línea editorial ‘antiRajoy’ que tenía El Mundo materializada sobre todo en la publicación de una carta del director titulada ‘Un gobierno sin país’, había provocado un distanciamiento insalvable con el periódico. Se trataba de un texto durísimo, que fue recibido como una auténtica ducha fría en Moncloa.
Moncloa según parece presionó fuertemente a los dueños de Unidad Editorial: RCS MediaGroup. El trabajo de acoso y derribo se materializó ayer. No me cabe duda que se tratará de camuflar bajo argumentos económicos (que también los hay) etc. pero me temo que la realidad no difiere mucho de lo comentado anteriormente.
Rajoy ha sido capaz de tumbar a Pedro Jota o más bien se ha rodeado de quien ha sabido hacerlo. Porque lo que ni en sus mejores sueños hubieran imaginado Felipe Gonzalez, Aznar, Barrionuevo, Mario Conde o Baltasar Garzón lo que ha ejecutado una mujer que gestiona con eficacia las ventajas de pasar desapercibida y que nunca perdonó que unas fotos suyas aparecieran, sin su permiso, en la portada de un periódico cuyo director ha sabido este jueves en sus propias carnes cómo se las gasta “la mano que mece la cuna”.
Dicen las malas lenguas que la vicepresidencia del gobierno es sinuosa, escurridiza, hábil para escaparse de los incendios y tajante, rotunda en sus determinaciones. Rajoy según las malas lenguas, es lo que parece, un funcionario mediocre, sumiso y dubitativo. Soraya no, ella es implacable y nunca le perdonó que llevara a primera página aquella insinuante foto enseñando pantorrilla que ella se había dejado hacer para el suplemento, quizás todo sea por una foto
QUE PANORAMA NOS QUEDA
El Grupo Prisa está anestesiado gracias a Soraya. En su momento las gestiones de Soraya Sáenz de Santamaría con el Banco Santander y La Caixa, dirigidas a evitar que el grupo editor de El País entrara en quiebra, dieron sus frutos. Hubo refinanciación para el Grupo Prisa y el diario El País ha bajado la presión en sus informaciones.
La única piedra en el camino, para el gobierno es laSexta y el programa El Intermedio’ de Wyoming. La presión en este caso se produce a través del principal accionista de la compañía: José Manuel Lara. El presidente del Grupo Planeta ha verbalizado ya en los consejos de administración que necesita una cadena “más centrada”; o lo que es lo mismo, un poco más moderada. La caída se me antoja próxima. Wyoming: “Cuando las barbas de Pedro Jota veas cortar..”
Como comentaba en entradas anteriores en su momento al periodismo se le llamó el Cuarto Poder en alusión a la extraordinaria influencia que ejercía en la sociedad y el respeto que de la misma recibía. Este respeto alcanzó su cima durante la década de 1970 cuando los periodistas de Washington Post siguieron la pista de un robo en un edificio de oficinas de Watergate, sin saberlo la pista les llevó hasta la misma Casa Blanca y la renuncia del presidente Richard Nixon.
Desgraciadamente casi tres décadas después, la situación ha cambiado. Los grupos de poder ligados a grupos económicos y políticos ponen y quitan directores de periódico. La prensa ya no es digna de confianza a los ojos del público y su evolución contribuye más aun al colapso de las democracias en Europa.