Pedro J. versus Cebrián, El Mundo contra El País, del resultado de esta lucha depende el destino de Bárcenas

Publicado el 08 febrero 2013 por Romanas
  eddie dijo... "Con el paso de los días mi impresión es que esto desborda claramente la tesis de reyertas internas en el PP, me da que esto está azuzado por fuertes poderes facticos internacionales (e incluso internos) para forzar algunas decisiones de alto calado que se resiste a dar Plasmariano, no sé si otro rescate o más medidas drásticas, en cualquier caso, saldremos de dudas con el paso del tiempo, basta ver las reacciones de la prensa occidental para ver que están metiendo presión en aras a la “responsabilidad futura” en la toma de decisiones , desde luego todo esto huele muy mal y lo que me deja también alucinado es como la gente permanece de brazos cruzados ante la perpetua barbarie de este regimen criminal y troglodita que padecen los españoles desde hace mucho tiempo (algunos plumiferos se apuntan ya al carro), si piensan que va a caer como la fruta madura se pueden equivocar de plano , tienen una base sociologica más sólida de lo que parece…". Hoy, no tengo más remedio que estar muy contento, porque 2 de mis más queridos amigas/os se han decidido, por fin, a darme caña, quiero decir a mostrar sus claras divergencias con lo que yo escribo por aquí, y me alegro porque eso enriquece muchísimo nuestra tarea puesto que me obliga a profundizar y replantear las certezas en las que baso mis razonamientos. A Lucía/Lisistrata le he contestado en el otro blog, allanándome a lo que dice no por otra cosa sino porque tienen razón. A eddie voy a intentar responderle ahora. La tesis que sostiene eddie, en el pàrrafo que encabeza este post, es precisamente la que a mí me gustaría que fuera cierta. Incluso me parece que ya la había apuntado yo en algún otro de mis trabajos, en los que propugnaba la intervención de la UE respecto a una actuación tan negativa para todo el mundo, incluso para ellos, el resto de los europeos, de unos facinerosos de la categoría de los del PP que pueden dar al traste no sólo con cualquier posibilidad futura de que las cosas se arreglen en nuestro país sino también en los de ellos, sí, precisamente, ahora, venzo esa falta de memoria inmediata que caracteriza mi enfermedad, creo que era en ese post en el que hablaba a propósito del tema, del SACRO IMPERIO ROMANO GERMÁNICO.  Y me quejaba yo, creo recordar, de que ellos, los nuevos emperadores germánicos, no sólo no los obligaban a rectificar a estos criminales nuestros, sino que los apoyaban incondicionalmente. Si no lo sostenía yo así, entonces, lo hago ahora.  De modo que, volviendo al tema, creo que son las luchas internas de todo partido, que siempre las hay, las que han motivada que toda ésta corrupción, que sólo es una infinitésima parte de la que produce el PP, haya aflorado gracias a que Rajoy ha cometido la idiotez de meterse con Pedro J., el zar periodístico de todas las Españas.  Pero parece que Pedro J. ha comenzado la marcha atrás al comprobar que su eterno enemigo, El Paìs, le ha tomado ventaja en el asunto. Y donde decía digo afirma que sólo pretendía decir Diego, o, al revés, de modo que está virando ahora hacia la tesis de la inocencia pepera.  Todo lo que yo he aprendido, muy a mi pesar, en mi dilatada vida, me confirma en la idea de que es una acerba lucha intestina la que nos ha permitido abrevar en estas asquerosas y enfangadas fuentes.  Yo también, desde el punto de vista de mi vida profesional, tuve que hacer política, para que mis enemigos que eran muchos y fuertes no me redujeran a la puta miseria.  Durante casi 30 años fui el Decano de mi colegio profesional y las elecciones eran de una dureza terrible y, siguiendo la teoría irrefutable de uno de mis maestros, por supuesto, que tuve que ensuciarme las manos, porque, como dijo alguien, evidentemente genial, la polìtica es el arte de lo posible y a vencer en la jodida realidad sólo se llega si, frente a la guerra sucia de tus enemigos, tu ensucias también tus extremidades superiores.  Aguirre no montó una gestapo para saber lo que hacían y pensaban sus enemigos interiores sólo por la puñetera curiosidad sino porque quería tener las armas necesarias para que, cuando llegara el momento, saber la manera de cogerlos por los mismísimos cojones, que es lo que ha hecho.  El problema que La Cólera tiene ahora es que su principal instrumento, su cañón Berta, ha cambiado de campo, al comprobar que su eterno enemigo, El País, le ha tomado ventaja en el terreno y entonces ya ha comenzado a sembrarlo de minas, para combatirlo y ahora dice que todo los papeles de Bárcenas, que él comenzó a mostrar, son falsos.  En fin, esperemos que los jueces acepten el reto suicida de Gallardón y le muestren a este aprendiz de Fouché cuáles son sus poderes.