Pedro Sánchez: El nuevo mejor amigo de Jorge Javier

Publicado el 18 septiembre 2014 por Sergio Ampuero Mata @SergioMata_86
El futuro del socialismo lo ha hecho. Pedro Sánchez protagonizó ayer una mediática jornada llamando en directo a las histriónicas tardes telecinqueras y participando horas después en ese Hormiguero que encabeza Pablo Motos. Sánchez consiguió así romper las barreras y acercarse al pueblo que pretenden representar a través de la televisión. Todo un hito. Que la política consiga visibilidad a través de los medios más accesibles y tratar por igual a todas las audiencias y programas sólo demuestra que, poco a poco, el cambio llega. 
Durante la emisión de “Sálvame”, el dueño del cortijo, Jorge Javier Vázquez, (declarado votante socialista), no dudó en afirmar indignado (obviamente) que su conciencia le impedía volver a votar a un partido que permitía una barbarie como la que se produce cada año en Tordesillas con el Toro de la Vega (en un Ayuntamiento liderado por el PSOE). Una crítica ante la que el nuevo líder de Ferraz sorprendía a propios y extraños llamando en directo al teléfono personal del presentador para convencerle de que “también hay socialistas antitaurinos” y prometerle una ley en contra del maltrato animal asegurándole que “jamás le verán en una corrida de toros”. Jorge Javier no podía hacer otra cosa que caer rendido a los encantos del político y reculaba: “Si os comprometéis a esto, seguís contando con mi voto”. Además aprovechaba las circunstancias para, con el gracejo televisivo que acostumbra, invitar al líder a un paseo por el PoliDeluxe por si la cosa colaba y más de uno se quedaba con el culo al aire.

Y tras esta intervención, las redes ardieron: ¿Cómo osa un político a entrar en un programa de cotilleo? ¿y además de Telecinco?, ¿qué vena le ha estallado en la cabeza?, ¿qué clase de populismo es éste? Señoras y señores, es el populismo de quien no desprecia a más de dos millones de votantes que cada tarde se sientan a disfrutar con las aventuras y desventuras de tertulianos, Chabelitos y/o Mohedanos. Se trata del populismo de quien sabe de la influencia que las palabras de un presentador como Jorge Javier Vázquez puede tener en la audiencia que le sigue. Es aquel populismo que, simplemente, no desprecia, trata a todas las audiencias y programas por igual y carece de prejuicios absurdos. 

En España, en ésta y tantas otras cosas, acostumbramos a llevarnos las manos a la cabeza cuando la gente da un paso más allá. En Estados Unidos o Reino Unido no es nada raro que las más altas esferas políticas participen en programas de entretenimiento, desde magazines y concursos hasta incluso los tan denostados realities. Saben que la televisión puede ser un instrumento clave para promover su imagen y su discurso y no dudan en jugar activamente en él para conseguirlo. Pero nosotros, como siempre, a nuestra bola.

En España preferimos criticar cualquier cosa con ese tufo hipócrita que tanto nos pone. Parece que preferimos la lejanía de nuestros representantes a que éstos se muestren de forma cercana y rindan cuentas de aquello que nos preocupa ante una audiencia millonaria y no menos importante que aquella que puebla las tan de moda tertulias televisivas. Esperanza Aguirre, Miguel Ángel Revilla o Pablo Iglesias (cuya campaña para las Europeas se basó, casi con exclusividad, en su presencia como tertuliano en un programa de televisión) ya habían experimentado en estas lides. Pero Pedro Sánchez ha dado un inteligente salto adelante en este complicado asunto. Un salto que supone un gesto de consideración hacia unos votantes que también cuentan y que se carga el clasismo de un plumazo. 

Pero nosotros sigamos como siempre. En vez de de dejar libertad para que nuestros políticos lancen su mensaje de la forma y en el canal que les apetezca, optemos por que nos vendan reducciones de impuestos que nunca llegan o leyes que a la mayoría nos ofenden pero, eso sí, siempre desde los informativos televisivos. ¡Cómo Dios manda! 


Que Pedro Sánchez se marque un tres en uno y: 1) Adquiera notoriedad pública2) Solucione un conflicto dentro de su partido3) Se gane mi voto….
… No es importante…
Por Sergio Mata