Pedro Sánchez se arriesga y “tutela” el despegue de Yolanda Diaz

Publicado el 15 diciembre 2021 por Franky
Pedro Sánchez está convencido de que la única manera que tiene la izquierda de conservar el poder es contando con un partido fuerte que ocupe los espacios a la izquierda del PSOE y cree que Yolanda Díaz puede capitanear con éxito esa operación, sustituyendo al actual Podemos, en declive y mermado por el fracaso de Pablo Iglesias, por otra nueva fuerza de izquierda, transversal y pujante. Muchos creen que el PSOE teme que Yolanda Díaz triunfe, porque le disputaría el espacio de izquierda y amenaza su hegemonía, pero Sánchez cree todo lo contrario, que ese proyecto es el único capaz de asegurar la victoria de la izquierda en las próximas elecciones generales. Promocionando a Yolanda, Sánchez cree que también neutraliza el peligroso ascenso de Isabel Díaz Ayuso entre los electores españoles. —- La "Operación Yolanda" tiene gran riesgo para el PSOE y para el propio Sánchez porque la ambición de la dirigente comunista y su radicalismo son mucho más intensos de lo que parecen, como lo demostró recientemente, cuando advirtió a la derecha que si llegaba a gobernar tendrían que enfrentarse a un rosario de protestas y manifestaciones diarias en las calles, todo una amenaza mafiosa, típicamente bolchevique e incompatible con la democracia.

Pedro Sánchez, con su “tutela” a Yolanda Díaz, juega duro y demuestra tener más alcance estratégico y solvencia mental que Pablo Casado, que en lugar de mimar a VOX, su aliado natural en la derecha, intenta aplastarlo, perdiendo de ese modo su mejor opción para conquistar la Moncloa.

Y para colmo de estupidez, Casado también quiere aplastar a Isabel Díaz Ayuso, que es la gran estrella ascendente de la derecha y la única dirigente del PP que, según los expertos y las encuestas, tiene opciones de derrotar a la izquierda, aliada con el separatismo y otros partidos que odian a España, como ya lo hizo en las elecciones madrileñas.

Ayuso es un fenómeno popular muy sólido porque es capaz de conseguir votos hasta de la izquierda, sobre todo en los sectores obreros urbanos que siempre han votado socialismo, lo que la convierte en la candidata ideal para derrotar al sanchismo. Ayuso también tiene océanos de seguidores en los mismos sectores donde pesca VOX: descontentos, indignados, desempleados, demócratas, profesionales, empresarios y los millones de españoles que se sienten patriotas y a los que les duele y asquea tanto la tibieza del PP como lo que está haciendo Sánchez con España, un país en profunda decadencia, con su unidad amenazada y empobreciéndose a pasos de gigante.

Sánchez cree que su mayor riesgo no es el crecimiento de la derecha, sino la desmotivación de la izquierda. En consecuencia, considera con acierto que la operación de Yolanda Díaz pueda reclutar a los votantes en la izquierda que hoy son incapaces de votar a los muy desgastados PSOE y Podemos.

Sánchez ha aprendido del fenómeno VOX y ha descubierto que la derecha, tras la irrupción de VOX, ha incrementado sus votos y posibilidades. Pero, por fortuna para la izquierda, los torpes e ineptos del PP han puesto la proa a VOX, despreciando la única posibilidad que tienen de vencer en las próximas elecciones, mientras que ese enfrentamiento absurdo diezma las filas de votantes y simpatizantes del PP, que rechazan con rabia esa absurda y suicida pelea con VOX.

Sánchez ha contemplado con buenos ojos la visita de Yolanda Díaz al papa Francisco y puede que haya movido sus piezas diplomáticas e influencias para conseguirle la entrevista. Además, le ha prestado el Falcon para que viaje como toda una líder de primer rango.

Los estrategas que rodean a Sánchez creen firmemente que si la derecha sigue suicidándose con peleas internas y si la operación transversal de Yolanda Díaz cuaja, la victoria está asegurada y la izquierda podrá permanecer cuatro años más en la Moncloa, suficientes para cambiar España de punta a rabo y terminar de destrozarla.

Francisco Rubiales