Pedro Tenorio, Arzobispo de Toledo (I)

Por Pablet
Don Pedro Tenorio nació en Talavera de la Reina hacia 1328,en el seno de una familia perteneciente a la oligarquía toledana. Estudió gramática, retórica y filosofía. Inició su carrera eclesiástica en la catedral de Toledo, donde obtuvo una canonjía en 1359, a comienzos del reinado de Pedro I.
Pero su padre se integró en el bando de Enrique de Trastámara y ese mismo año la familia tuvo que huir de Toledo y se refugió en Francia.
Pedro Tenorio inició sus estudios de Derecho en Toulouse. Años después, explicó Leyes en Roma y luego en Aviñón.
Comenzó entonces a formar una gran biblioteca, y él mismo afirmará en 1383 que ningún otro profesor de su tiempo disponía de más y mejores libros que él. Al final de su vida, estando ya en Toledo, donará todos sus códices a la catedral primada, donde hoy permanecen, y construirá una sala para alojarlos.
La familia regresó a Castilla. Los Tenorio participaron en 1367 en la batalla de Nájera, en la que el bando del Trastámara fue derrotado. 
Los Tenorio fueron apresados; los hermanos de Pedro fueron ajusticiados por orden de Pedro I. Don Pedro se salvó por su condición de clérigo  y por la intercesión del cardenal legado Guido de Bolonia.
Con la muerte de sus hermanos, Pedro quedó como cabeza y heredero de la casa familiar.
Fue liberado tras meses de prisión y, formando parte del séquito del cardenal legado, marchó con él a Portugal.
En 1369 murió Pedro I y Pedro Tenorio, que ya gozaba de una sólida posición en la curia pontificia, desempeñó para el nuevo rey de Castilla, Enrique II, el cargo de procurador en Aviñón ante el papa Gregorio XI.
En recompensa obtuvo, en 1371, la dignidad de arcediano de Calatrava. Ese mismo año, el papa lo nombró obispo de Coimbra.
En 1375, a la muerte del arzobispo de Toledo, Gómez Manrique, el cabildo toledano se reunió para elegir nuevo prelado. Remitieron los nombres de dos candidatos a la Santa Sede y ésta optó por un tercero:
En 1377 Gregorio XI nombró arzobispo de Toledo a Pedro Tenorio. 
Seguramente a Tenorio le satisfizo grandemente ocupar la misma dignidad que había ostentado el cardenal Albornoz, al que admiraba y al que se asemejaba en personalidad, intereses y trayectoria. Don Pedro regirá la sede toledana durante 22 años, hasta su muerte.
La bula de su nombramiento se expidió en el barco donde navegaba el papa, un día antes de que la flota que le transportaba de Aviñón a Italia enfilase la desembocadura del Tíber, rumbo a Roma, poniendo fin a la estancia de los papas en la ciudad francesa. 
Parece probable que el propio Pedro Tenorio lo acompañase en esa travesía marítima, pues, como obispo de Coimbra, estaba actuando como embajador del rey de Portugal ante la sede apostólica.
Don Pedro fue un prelado muy implicado en los asuntos políticos de su época, pero no descuidó sus deberes pastorales.
Vivió en la época del Papado de Aviñón y del Cisma de Occidente, dos acontecimientos clave en el devenir de la Iglesia.
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