Os hablé hace poquito de Bioxán, concretamente de la historia de la marca, y hoy vuelvo a hacerlo porque desde hace unas semanas estoy probando su nuevo lanzamiento, la mascarilla Peel – Off Natural (Pink) Mask.
Con esta nueva mascarilla facial han vuelto a lograr eso que a mí me parece sumamente difícil, un producto elaborado únicamente con ingredientes biológicos naturales y extremadamente sensorial.
Estaréis de acuerdo conmigo en que no es fácil, ¿no?
Pues Bioxán lo hace con todos sus productos de manera magistral.
Os voy a hablar de las sensaciones, os voy a enseñar el color de la mascarilla rosa de Bioxán en una foto (estoy perdiendo la vergüenza)… y lo primero, os voy a contar para quién y para qué es esta mascarilla.
¿Para quién?
Pues para hombres y mujeres de todas las edades (niños y bebés no, obviamente) que quieran una cura de salud para su piel. Se puede usar incluso en pieles que se someten o se han sometido a tratamientos oncológicos.
¿Lo que se consigue?
Yo voy usando tres, la última de ellas, la tarde de ayer.
Lo que notas al retirarla es sobre todo hidratación, te pasas las manos por el rostro y notas un tacto suave y jugoso, el de una piel hidratada y sana.
Luego mirando más a fondo en el espejo yo he notado (hoy he sido mucho más observadora) que también tengo la piel más luminosa y las líneas de expresión de la zona de la boca como menos marcadas.
Me gusta aplicármela, me gusta quitármela (ahora os cuento porqué) y me gustan los resultados que estoy notando en mi piel.
Además la he recibido en la época ideal. El otoño no le va bien a mi piel, y un potente extra de hidratación me ha venido genial.
Y ahora vamos al tema sensorial… ¡Que se yo que os gusta!
Os cuento que viene en sobres monodosis, lo cual me parece comodísimo para llevarla también cuando nos vamos de viaje.
Cada sobre tiene dos geles, hay que verterlos en un bol y mezclarlos durante un minuto, veréis que el resultados es un gel rosa, un rosa bebé precioso.
A mí me encanta prepararla y ver como va surgiendo el color, es como cocinar un pastelito para el rostro (momento moñas).
Después con una brocha o con la mano, a gusto del consumidos, lo vamos aplicando por el rostro.
Os doy un consejo, que no toque las cejas… Os lo digo por experiencia.
Bueno, pues ya tenemos la carita rosa (a Alex le encanta mirarme cuando me la pongo) y ahora la dejamos actuar durante 15 minutos y retiramos.
Y esta es otra de las partes que más me gusta, la de retirarla. Sale como si fuera una segunda piel, si lo haces con cuidado sale casi entera.
Y ya está, luego pasas un paño por el rostro por si se ha quedado algún trocito y listo, a disfrutar de una piel sana y bonita.
Yo uso una a la semana, por falta de tiempo más que nada, si tuviera más la dosis se duplicaría.
Os hablaré de resultados más a largo plazo, pero eso queridas mías, será otro día.
Peel-Off Natural (Pink) Mask viene en un estuche con cuatro sobres individuales y tiene un precio de unos 45 euros.