No he visto todavía «Pegados», ese musical «diferente» que acaba de llegar al teatro Arenal de Madrid después de su estreno en Barcelona; las referencias que me han llegado son positivas, y el proyecto me parece atractivo en muchos sentidos. Hay que borrar esa imagen de que el teatro musical sólo se sustenta en montajes gigantescos y carísimas producciones. El teatro musical es mucho más pero, esencialmente, es un teatro que emplea la música y las canciones como forma de expresión. Y eso se puede hacer bien, mal o regular. Me parece divertida la anécdota de la que parte la obra: Dos jóvenes llegan en una comprometida postura a las Urgencias de un hospital. Se han conocido pocas horas antes en una discoteca, se han gustado y han ido a los servicios para hacer el amor. El problema se ha planteado cuando, al concluir, no han conseguido separarse. Caprichos de la musculatura femenina. Así que tras varios intentos baldíos, no les queda más remedio que acudir al hospital. Allí, y en compañía de una enfermera a quien no parece sorprender la situación, aguardan la llegada del médico. Pero éste no puede acudir porque es al tiempo el pianista, y no puede abandonar el piano porque entonces el espectáculo concluiría. Los protagonistas son también los autores del libro, las letras y la música: Alicia Serrat y Ferrán González, a quien acompañan en escena Gemma Martínez y Joan Miquel Pérez, también pianista de la función. Dirige Víctor Conde. Insisto, no he visto el espectáculo y puede que cuando vaya a verlo no me convenza. Ya lo diré. Pero eso no me impide aplaudir la iniciativa y esperar que les vaya muy bien.