Riñas y duelos de acordeón están en el origen del evento que se inicia este viernes en Valledupar. No necesitaban verlo, a donde llegaba la gente sabía que se acercaba Luis Enrique Martínez –acordeonero legendario y modelo de todos los que vinieron después, por generaciones– porque iba tocando las notas de El pollo vallenato, una de sus canciones insignia, en la cual equipara al acordeonero con el gallo fino.