Director: Travis Knight
Guionistas: Marc Haimes
Género: Fantasía, acción, aventura
Duración: 1h 42 minutos
Puntuación: 8
Kubo es un joven desaliñado y bondadoso que se gana la vida humildemente y cuida de su madre en una apacible aldea costera. Tiene una tranquila existencia hasta que un espíritu del pasado vuelve para llevar a cabo una vieja venganza. De repente, rodeado por dioses y monstruos, Kubo verá que su supervivencia pasa por encontrar la armadura mágica de su caído padre, el más grande samurai que el mundo ha conocido. Llenándose de coraje, Kubo se embarca en una emocionante odisea enfrentándose a su historia familiar, navegando entre los elementos y luchando valientemente por la Tierra y las estrellas.
Desde el primer momento se nota que esta película tiene aires místicos y como de leyenda. La historia y la forma de narrarla parecen propias de un cuento tradicional asiático, cosa que no me ha podido maravilla más. Ya desde el principio, con esa huida de la madre en barca, y la posterior escena de Kubo contando historias en el pueblo, ayudándose para ello de una guitarra de cuerdas mágicas y figuritas de papiroflexia que cobran vida al son de la música, te ves envuelto en una historia llena de fantasía. Para mí, el comienzo ha sido el punto cumbre de la película.
Visualmente esta película es una auténtica pasada. Tiene unos paisajes increíbles, deslumbrantes. Vamos, yo estaba en el éxtasis más absoluto. Las escenas con la guitarra mágica y con la papiroflexia/origami también me encantaron, están hechas con muchísimo mimo, así como la escena final con la batalla contra el abuelo.
A pesar de ese inicio de leyenda, después la película toma un tono más de aventura pura y dura. Los personajes tienen luchar contra monstruos y se encuentran con toda clase de problemas en su camino. Como ya he dicho, me gustó algo menos esta parte, pero se hace muy amena por la química que hay entre los tres personajes: Kubo, el mono y el hombre escarabajo.
Por último, añadir que me parece que tiene unos valores preciosos y un final agridulce que me encantó. Da bastante importancia a la relación entre padres e hijos y lo hace de una forma muy tierna.
Kubo y las dos cuerdas mágicas es una película de animación muy entretenida, llena de magia y de lugares de cuento,visualmente una pasada y con una trama sencilla pero que funciona.